Fernando Alonso cuenta el aspecto más frustrante con Aston Martin
El deporte se suele usar como una herramienta en las empresas para inspirar a los empleados. Los conocidos como coaches motivacionales suelen señalar la competencia como uno de los principales problemas en el entorno laboral, llegando a tal extremo que incluso alcanzar logros inesperados y notables puede percibirse de forma negativa. Esto quiere decir que las expectativas puede hacer que los errores importantes queden ocultos.
Y la cuestión es que Fernando Alonso es un experto en este aspecto. A lo largo de su carrera, el asturiano ha demostrado que siempre da ese extra cuando es posible. Cuando el coche no acompaña, él compensa con su habilidad y logra superar las expectativas. Lo ocurrido en Singapur es un claro ejemplo, y él mismo lo destacó de manera contundente: no solo Aston Martin, sino el resto de los equipos en la parrilla, esperaban verlo mucho más atrás.
Las carencias de Aston Martin que logra tapar Fernando Alonso
Es claro que la mayoría de los puntos provienen de Alonso. De los 86 puntos totales, 62 son del asturiano, mientras que Lance Stroll, hijo del propietario del equipo, solo ha aportado 24 y ninguno en las últimas cinco carreras del campeonato. Durante ese mismo periodo, Alonso ha sumado 17 puntos. No cabe duda de quién lleva el peso del equipo y quién simplemente se deja llevar.
Aston Martin, al igual que sus predecesores Racing Point, Force India o Jordan, sufre de un problema crónico: la falta de evolución. El coche puede comenzar siendo competitivo, como ocurrió en 2023, pero cuando los demás equipos empiezan a introducir nuevas piezas y mejoras, para el equipo con sede en Silverstone, independientemente del nombre que lleve, estas actualizaciones suelen traducirse en un retroceso en lugar de una mejora.
Alonso, desquiciado
Este es el aspecto que más frustra a Fernando Alonso. Mientras observa cómo el resto de los equipos implementan soluciones ingeniosas, clave en la Fórmula 1 para tener éxito, se enfrenta a un Aston Martin que desde abril no ha presentado evoluciones significativas. Las pocas actualizaciones que ha habido han resultado ser un retroceso en lugar de un avance.
No es casualidad que Alonso lleve varias carreras exigiendo la incorporación de nuevas piezas lo antes posible. Y no solo para esta temporada, en la que ya es poco lo que pueden lograr, sino especialmente pensando en la siguiente, donde la estabilidad normativa permitirá concentrar los esfuerzos en 2026, cuando Adrian Newey asuma el control del diseño de un monoplaza capaz de luchar por el campeonato.