La crisis financiera que sacudió a España en los últimos años puso a prueba a muchas instituciones bancarias, entre ellas la Caja de Ahorros de Baleares Sa Nostra. Las decisiones tomadas por sus directivos en relación con el Grupo Sotohermoso se encuentran en el centro de una compleja investigación judicial.
En un esfuerzo por comprender los hechos y las motivaciones detrás de estas operaciones, hemos entrevistado a Pedro Batle, quien fuera director general de la extinta caja de ahorros. Batle defiende que todas las decisiones tomadas tuvieron como objetivo proteger los intereses de la entidad y sus clientes, en medio de un contexto económico cambiante y difícil de prever.
Decisiones Complejas en Tiempos de Crisis
Según Batle, cuando en 2008 el Grupo Sotohermoso presentó problemas de liquidez, la prioridad de Sa Nostra era defender sus propios intereses. Afirma que, de haber presentado concurso de acreedores, «hubiera sido tremendo para la caja, como para cualquier institución financiera».
«Era la única opción, no había otra. Se hizo lo que se tenía que hacer por convicción propia, por convicción de todo el equipo directivo de la caja, y afortunadamente cuando llegamos a un acuerdo con los socios mayoritarios, que fue un acuerdo muy discutido (…), nosotros conservamos todos los activos», asegura Batle.
El ex directivo sostiene que todas las operaciones siguieron el «circuito» que la normativa obliga, y que se valoraron todos los extremos antes de tomar «la mejor de las decisiones». Reconoce, sin embargo, que en aquel momento pensaban que la crisis duraría mucho menos de lo que finalmente duró.
El Impacto de la Crisis Inmobiliaria
Uno de los socios del Grupo Sotohermoso, Adolfo Sánchez de Movellán, también ha declarado en el juicio. Según él, lo que ocurrió con la crisis «fue un tsunami» que les arrastró a todos. Sobre las operaciones por las que Sa Nostra se hizo con los activos de la inmobiliaria, explica que «en absoluto» resultó ser algo beneficioso para los empresarios, pues «se fueron perdiendo dinero, perdiendo el tiempo, perdiendo trabajo, perdiendo ilusiones y perdiendo todo».
«¿Qué dinero perdieron ustedes?», preguntó la fiscal, a lo que Sánchez de Movellán respondió que «mínimo, mínimo, mínimo, así haciendo un cálculo rápido, un millón… cerca de los dos millones».
La Fiscalía Solicita Condenas de Cárcel
En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción pide condenar a los ex directores generales de Sa Nostra, así como a otros directivos y empresarios involucrados, a cuatro años de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida.
La Fiscalía sostiene que el proceso de financiación que comenzó con la entrada de Sa Nostra en Sotohermoso se llevó a cabo a través de «muy diversas reuniones, informes y acuerdos» de los acusados, y que «aunque algunas operaciones fueran decididas formalmente por sus órganos de gobierno, en su preparación y adopción la actuación decisiva fue de sus directivos».