La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha anunciado una nueva asociación con British Airways y Microsoft para mejorar la precisión de IATA CO2 Connect for Cargo, una plataforma que calcula las emisiones de carbono del transporte de carga aérea. Esta alianza estratégica fue revelada durante la cumbre de sostenibilidad de la IATA celebrada recientemente en Miami, Estados Unidos.
Bajo esta colaboración, British Airways aportará a la plataforma los datos de consumo de combustible de sus aproximadamente 700 vuelos diarios. Por su parte, Microsoft, ya socio de British Airways, brindará orientación técnica y será uno de los primeros usuarios en probar el servicio piloto. Esta nueva asociación busca fortalecer la precisión y confiabilidad de los cálculos de emisiones de carbono en el transporte aéreo de carga.
Lanzamiento de IATA CO2 Connect for Cargo
IATA CO2 Connect for Cargo estará disponible a partir del primer trimestre de 2025. Esta plataforma se basa en la experiencia de IATA CO2 Connect, lanzado en 2022 para proporcionar cálculos precisos de las emisiones de carbono de los vuelos comerciales, utilizando los datos de más de 40 aerolíneas.
En esta misma línea, la IATA también ha anunciado que Delta Air Lines utilizará y aportará datos a esta calculadora de emisiones, tanto para sus vuelos comerciales como de carga. Delta, con sus 4.000 vuelos diarios, se convierte en la mayor aerolínea de las más de 40 que actualmente proporcionan datos operativos a CO2 Connect de la IATA.
Transparencia y Sostenibilidad en el Transporte Aéreo
Con CO2 Connect, Delta podrá ofrecer a sus clientes, ya sean viajeros individuales, clientes corporativos o de carga, una mayor transparencia sobre el impacto ambiental de sus vuelos. Esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos de la industria aeronáutica por mejorar la sostenibilidad y reducir la huella de carbono del transporte aéreo.
La asociación entre la IATA, British Airways y Microsoft demuestra el compromiso del sector por adoptar soluciones tecnológicas avanzadas que permitan medir y gestionar de manera más precisa las emisiones de carbono. Esto contribuirá a la toma de decisiones informadas y al desarrollo de estrategias más efectivas para mitigar el impacto ambiental del transporte aéreo.