Sumar lucha por ganar más plazo en la negociación del techo de gasto con Junts

El Gobierno ha decidido retrasar la votación sobre el techo de gasto en el Congreso, lo que según Íñigo Errejón, portavoz del grupo plurinacional Sumar, es una señal de que existe «margen para intentar un acuerdo» con los grupos parlamentarios, especialmente con Junts.

Esta medida busca facilitar la aprobación de una nueva senda de estabilidad presupuestaria que aporte 12.000 millones más a comunidades y ayuntamientos, así como permitir la negociación de unos Presupuestos Generales del Estado más ambiciosos, teniendo en cuenta la revisión al alza de los indicadores de crecimiento económico por parte del Instituto Nacional de Estadística.

Errejón ha señalado que cuando se negocia y se quiere «llegar a puerto», es normal que se exploren incluir algunas demandas del otro lado, en este caso de Junts. Esto sugiere que el Gobierno estaría abierto a incorporar ciertos cambios propuestos por los neoconvergentes para lograr un acuerdo. La portavoz adjunta de Sumar, Aina Vidal, ha recalcado que este aplazamiento responde a la voluntad de no paralizar los esfuerzos para conseguir un «rumbo correcto» en la senda de déficit y facilitar el apoyo a los futuros Presupuestos.

Evitar una Nueva Derrota Parlamentaria

Diversas voces de la coalición interpretan que el Gobierno optó por dar más tiempo a la negociación con Junts para evitar otra votación importante perdida en el Congreso, como ocurrió con la proposición de ley sobre la regulación del alquiler de temporada. Según estas fuentes, hasta que Junts no celebre su congreso, será difícil esclarecer sus verdaderas intenciones de cara a los Presupuestos Generales.

La Importancia de la Aritmética Parlamentaria

La portavoz adjunta de Sumar y diputada de Compromís, Águeda Micó, ha reconocido que el Gobierno de coalición no tiene mayoría absoluta y que, en ocasiones, debe emprender negociaciones complejas como la actual. Micó ha señalado que la aritmética en el Congreso es complicada y que no hay una mayoría de izquierdas, lo que obliga al Ejecutivo a negociar de forma más transversal y atraer a formaciones como Junts o PNV.

No obstante, la diputada ha asegurado que la legislatura se completará, y que, pese a las diversas ideologías de los grupos, la clave es la voluntad de cumplir los acuerdos de investidura con los socios, tanto con Junts como con otras formaciones. «Nadie dijo que esta legislatura fuera fácil y dependerá de la negociación», ha remachado Micó.

En resumen, el Gobierno ha optado por retrasar la votación sobre el techo de gasto en el Congreso para dar más tiempo a las negociaciones con los grupos parlamentarios, especialmente con Junts, con el objetivo de lograr un acuerdo satisfactorio que permita incrementar la soberanía económica y los recursos para los territorios. Esta estrategia busca evitar una nueva derrota parlamentaria y navegar la complicada aritmética del Congreso, donde el Ejecutivo no cuenta con mayoría absoluta y debe negociar de forma transversal para cumplir con los acuerdos de investidura.