La Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) afronta en la actualidad un panorama de seguridad incierto en el sur de Líbano, donde tiene desplegados a sus más de 10.000 efectivos, incluidos cerca de 650 soldados españoles. Ante este escenario, la misión de la ONU cuenta con planes de evacuación listos para ser activados en caso de que la situación continúe deteriorándose.
Si bien por el momento no se han puesto en marcha esfuerzos de evacuación, los portavoces de la FINUL han confirmado que se encuentran preparados para hacer frente a diferentes escenarios, tanto en lo que respecta al personal militar como al personal civil de la misión. Esta disposición se enmarca en el constante monitoreo y comunicación que la FINUL mantiene con los ejércitos de Israel y Líbano, así como con el cuartel general de la ONU y los países que aportan tropas a la operación.
El Delicado Equilibrio en la Zona de Operaciones
La zona de despliegue de la FINUL, situada a lo largo de la Línea Azul que separa a Israel y Líbano, ha sido escenario de recientes bombardeos por parte de Israel en respuesta a ataques del grupo miliciano chií Hezbolá. Estas acciones bélicas han provocado la suspensión temporal de las patrullas de los cascos azules en dicha área, evidenciando la fragilidad de la situación.
El principal portavoz de la FINUL, Andrea Tenenti, ha manifestado su preocupación por los daños causados a infraestructuras, tierras cultivadas y pueblos a lo largo de la Línea Azul. Asimismo, ha advertido sobre las catastróficas consecuencias que conllevaría un conflicto de mayor envergadura, instando a la comunidad internacional a reunirse y encontrar soluciones que permitan poner fin a estas hostilidades.
La Importancia Estratégica de la FINUL
La Fuerza Interina de la ONU en Líbano desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad en la región, actuando como factor de contención entre las partes en conflicto. Su presencia, liderada desde febrero de 2022 por el teniente general español Aroldo Lázaro, es considerada vital para evitar una posible escalada de violencia que podría tener graves repercusiones a nivel regional e incluso internacional.
En este contexto, la preparación y disposición de la FINUL para llevar a cabo operaciones de evacuación, si fuera necesario, adquiere una relevancia estratégica crucial. Estas medidas de contingencia reflejan la determinación de la misión de la ONU por proteger a su personal y preservar su capacidad de despliegue en una zona tan delicada y conflictiva como el sur de Líbano.