La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha expresado su optimismo respecto al panorama del sector bancario español, a pesar de los desafíos geopolíticos y la transformación económica que se vive en la actualidad. En las segundas jornadas financieras organizadas por ‘El Debate’, Kindelán ha señalado que, en medio de un contexto geopolítico complejo, marcado por los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, la guerra comercial con China, las elecciones en Estados Unidos y una nueva legislatura europea, «la banca está llamada a jugar un papel esencial».
UNA GESTIÓN BANCARIA SÓLIDA EN UN ENTORNO MONETARIO CAMBIANTE
Kindelán ha destacado la «buena gestión» que ha llevado a cabo el sector bancario en la nueva fase de política monetaria, caracterizada por la bajada de los tipos de interés. Según la presidenta de la AEB, «la banca española afronta esta nueva etapa otorgando una financiación más barata que la mayoría de las grandes economías de la Unión Europea en segmentos clave como la financiación a familias y pymes«.
De acuerdo con los datos proporcionados, en el primer semestre se ha registrado un crecimiento de las nuevas operaciones, tanto en hipotecas, que han crecido al 14% frente al mismo periodo del año anterior (38.000 millones de euros concedidos), como en pymes, que han crecido al 9% (116.000 millones de euros).
Además, la capacidad de pago de familias y empresas con tipos más bajos es mayor, por lo que la morosidad tiende a contenerse, situándose en julio en la tasa más baja de los últimos 16 años. Estos elementos, según Kindelán, «nos permiten que el sector mantendrá una rentabilidad sostenida«.
LA BANCA ESPAÑOLA Y LA NUEVA AGENDA EUROPEA
En lo que respecta a la nueva agenda europea, la presidenta de la AEB ha hecho hincapié en la necesidad de completar la unión bancaria, con el fondo de garantía de depósitos único. Esto supondría garantizar un nivel uniforme de protección para los depositantes, independientemente de la ubicación del banco, y ayudaría a «romper el llamado nexo soberano-bancario«, así como a «garantizar que las valoraciones y los costes de financiación de los bancos estén determinados por su perfil de riesgo, su rentabilidad y solvencia» y a «ganar dimensión».
Asimismo, Kindelán ha pedido una nueva mentalidad regulatoria y ha destacado el papel social de la banca, con numerosas iniciativas en el ámbito de mayores, servicios en la España rural, inclusión financiera y social, educación financiera y capacitación digital, así como apoyo a la cultura, la educación y el conocimiento.
La presidenta ha afirmado que «Estamos con la gente y con mucha capilaridad«, y ha señalado que, según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), los puntos de acceso al efectivo llegaban a los 78.000 en España en junio de 2024.
LA INCLUSIÓN FINANCIERA, UN RETO ALCANZADO
En este sentido, el portavoz de AEB, José Luis Martínez, ha defendido que «en España la inclusión financiera es total por cuanto la inmensa mayoría de la población está bancarizada, dispone de una cuenta corriente a través de la cual percibe sus ingresos, como la nómina o la pensión y paga diferentes servicios, como telefonía, agua o luz, y los impuestos de la Administración».
Martínez ha señalado que el refuerzo de la atención preferente a los mayores, la hoja de ruta para acceder de forma física al efectivo en cualquier municipio de España y la formación en finanzas y capacitación digital son los tres pilares sobre los que se apoya el protocolo que recoge los compromisos del sector, acordado en 2022 y que se están cumpliendo.
En resumen, la presidenta de la Asociación Española de Banca ha expresado su confianza en la capacidad del sector bancario para mantener una rentabilidad sostenida, a pesar de los desafíos geopolíticos y económicos que se presentan. La buena gestión, la financiación asequible, la contención de la morosidad y el papel social de la banca son algunos de los elementos clave que respaldan esta perspectiva optimista.