La industria pesquera del País Vasco ha dado un paso decisivo hacia la recuperación de la pesca de atún rojo en el mar Cantábrico. Itsasbalfegó, una empresa creada por el centro tecnológico AZTI y la catalana Balfegó, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto piloto que busca revertir la actual situación de «escasa rentabilidad» de esta actividad en la región.
El plan consiste en la instalación de dos innovadoras jaulas acuícolas sumergibles frente a la costa de Getaria (Gipuzkoa). Estas estructuras, que serán sometidas a rigurosas pruebas de funcionamiento durante el otoño y el invierno, permitirán capturar atunes vivos mediante la colaboración con la flota pesquera local, utilizando artes de cerco. Posteriormente, en el verano de 2025, se iniciará una fase piloto de engorde de un número limitado de ejemplares.
Retos y Oportunidades de la Acuicultura en el Cantábrico
Uno de los principales desafíos de este proyecto será determinar la viabilidad de utilizar el arte de cerco para la pesca del atún rojo en el golfo de Vizcaya. Las condiciones meteorológicas adversas de la región, especialmente durante los meses de invierno, representan un obstáculo clave que deberá superarse. Las jaulas, diseñadas para soportar estos fenómenos, podrán sumergirse hasta 18 metros de profundidad para proteger tanto la estructura como los peces.
Si este primer paso es exitoso, y el posterior engorde en las jaulas también lo es, el proyecto podría tener un impacto tremendamente positivo en la economía y la sociedad vascas. Permitiría revalorizar las cuotas de pesca, mejorar la calidad del producto y optimizar la gestión pesquera en la región, lo que se traduciría en beneficios tanto para los pescadores como para la industria y los consumidores.
Evaluación Integral y Colaboración Científica
Antes de su implementación, el proyecto ha sido sometido a una exhaustiva evaluación administrativa y científica. Cuenta con el apoyo, permiso y autorización de todas las administraciones públicas pertinentes, tanto a nivel nacional como europeo. Además, ha sido aprobado por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que supervisará y evaluará los resultados obtenidos a lo largo del proceso.
A lo largo del proyecto, se realizará un monitoreo constante mediante sensores y cámaras de última generación, que permitirán controlar en tiempo real la calidad del agua y la actividad biológica alrededor de las jaulas. Esto asegurará una respuesta inmediata ante cualquier posible impacto ambiental, garantizando la sostenibilidad de esta iniciativa.
En resumen, la industria pesquera vasca ha dado un paso decidido hacia la recuperación de la pesca de atún rojo en el mar Cantábrico. La apuesta por la innovadora acuicultura submarina, en colaboración con la flota local y bajo un riguroso seguimiento científico, representa una oportunidad única para revalorizar este recurso y generar beneficios tanto económicos como medioambientales para la región.