La industria musical vasca ha sido testigo de un debate candente sobre la discriminación de género, impulsado por un grupo de 150 músicas que han denunciado públicamente la negación de este problema por parte de algunos de sus colegas. Este manifiesto ha puesto en evidencia la urgente necesidad de abordar esta problemática de manera integral y proactiva.
La Voz de las Músicas Vascas
Las 150 músicas vascas que han suscrito este manifiesto representan una diversidad de géneros y trayectorias dentro de la escena musical de Euskadi. Entre ellas se encuentran artistas reconocidas como Izaro Andres, Aiora Rentería (Zea Mays), Olatz Salvador, Josune Arakistain (Huntza, Süne), Elena Caballero (La Basu) y Maialen Gurbindo (Chica Sobresalto), quienes han decidido alzar su voz para denunciar la «discriminación de género» que, según ellas, es un «problema real» en el mundo de la música.
La Respuesta de la Industria
La polémica se desató después de que el cantante Alex Sardui, de la banda Gatibu, afirmara en una entrevista que, «por suerte», en el gremio musical «jamás» ha existido discriminación hacia las mujeres. Estas declaraciones fueron recibidas con indignación por las músicas vascas, quienes consideraron que la negación de la discriminación es «muy grave» y supone un obstáculo para abordar adecuadamente esta problemática.
Tras la publicación del manifiesto, Sardui se vio obligado a pedir perdón y reconocer que se había «equivocado» en sus declaraciones. Este episodio ha puesto de manifiesto la necesidad de un diálogo abierto y constructivo entre los diferentes actores de la industria musical vasca para abordar de manera efectiva las desigualdades de género que persisten en este ámbito.
El Camino Hacia la Igualdad
La lucha de las músicas vascas por la igualdad de género en la industria musical no es un fenómeno aislado. Esta problemática se inserta en un contexto más amplio de reivindicaciones y movimientos feministas que buscan transformar las estructuras de poder y los sesgos de género que aún prevalecen en diversos sectores de la sociedad.
En este sentido, el manifiesto de las 150 músicas vascas representa un llamado a la acción y un compromiso colectivo para visibilizar y erradicar las prácticas discriminatorias que aún persisten en el mundo de la música. Su voz se une a la de otros movimientos y colectivos que buscan construir una industria más justa, inclusiva y respetuosa de los derechos de las mujeres.
La resolución de este conflicto requerirá de un esfuerzo conjunto entre músicas, productores, promotores y demás agentes de la industria musical vasca. Solo a través del diálogo, la empatía y la voluntad de cambio, podrá lograrse un verdadero avance hacia la igualdad de oportunidades y el reconocimiento del talento y la trayectoria de las mujeres músicas.