La decisión de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de prorrogar la concesión de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para continuar con la explotación minera de Tolsa en las Lagunas de Ambroz ha generado una profunda preocupación entre diversos grupos conservacionistas.
Estas organizaciones, entre las que se encuentran Ecologistas en Acción Madrid, SEO/BirdLife, WWF Madrid y la FRAVM, han denunciado que dicha medida compromete gravemente la biodiversidad de este enclave natural y viola varias normativas clave.
Según el Grupo de Trabajo para la Conservación de las Lagunas de Ambroz, la prórroga de la DIA otorgada a Tolsa «no se ajusta a las exigencias de las nuevas leyes europeas de conservación y restauración de la naturaleza, ni a la Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental, que protege espacios con valores ecológicos significativos». Además, aseguran que el proyecto contraviene la Ley 33/2011 de Salud Pública, al no incluir un Estudio de Impacto en la Salud.
Deficiencias en la Evaluación Ambiental Original y el Plan de Restauración
A pesar del informe favorable de la Consejería sobre el Plan de Restauración, los ecologistas apuntan a que la evaluación ambiental original y el proyecto de explotación «no contemplan adecuadamente la preservación de los valores ecológicos y de salud pública en el área afectada».
Si bien la Consejería exige una modificación del Plan de Restauración en un plazo de seis meses, con el objetivo de conservar la biodiversidad existente y crear un ecosistema lagunar estable, los grupos conservacionistas señalan que el proyecto minero de Tolsa implica la destrucción completa de los ecosistemas actuales y el vaciado de la laguna existente, lo que resulta «incompatible con los objetivos de conservación establecidos».
Riesgos Ambientales y de Salud Pública
Los ecologistas advierten que la actividad minera puede provocar la emisión de gases tóxicos que afecten negativamente a la fauna local y alteren los hábitats, así como impactar negativamente en el estado ecológico y químico de las aguas superficiales y subterráneas. Además, señalan que la «falta de controles adecuados para prevenir vertidos tóxicos representa un riesgo significativo para estos recursos».
En este contexto, el Grupo de Trabajo para la Conservación de las Lagunas de Ambroz ha manifestado su profunda preocupación y exige que el proyecto sea sometido a una nueva evaluación ambiental completa que considere todos los aspectos legales y ecológicos, con el fin de garantizar la protección de la biodiversidad y la salud pública en esta importante zona natural.