La relación entre el rey Juan Carlos I y la reina Letizia ha sido motivo de especulación y controversia en diversas ocasiones. En los últimos años, han salido a la luz detalles que arrojan una nueva perspectiva sobre la dinámica familiar en el Palacio de la Zarzuela, donde la tensión entre ambos habría sido evidente desde los primeros años del matrimonio entre Letizia y el entonces príncipe Felipe.
Entre estos detalles, ha sorprendido la revelación de un apodo despectivo que el rey emérito utilizaba en privado para referirse a Letizia, generando incomodidad en la familia real y alimentando los rumores sobre su difícil relación con su nuera.
1La llegada de Letizia a la Casa Real
Desde el primer momento en que Letizia Ortiz Rocasolano llegó a la Casa Real, su presencia causó revuelo. No por sus acciones, sino por su origen, que contrastaba enormemente con la familia real. Periodista, de familia humilde y divorciada, Letizia rompía con el molde de lo que se esperaba en una futura reina consorte.
Para muchos dentro de la realeza, incluyendo a Juan Carlos I, la elección de su hijo Felipe parecía una afrenta a las tradiciones de la monarquía española. La falta de «sangre azul» de Letizia la colocó automáticamente en una posición de vulnerabilidad frente a las críticas, tanto dentro como fuera de la Casa Real.
Con el paso de los años, el malestar se intensificó. Don Juan Carlos nunca ocultó su disgusto por la relación de su hijo con Letizia y, según varias fuentes cercanas, se mostraba abiertamente crítico sobre la elección de Felipe. A ojos del rey emérito, Letizia no cumplía con los estándares tradicionales que él esperaba en una consorte. Estos sentimientos se hicieron notar no solo en sus actitudes, sino también en los apodos despectivos que le asignaba.
