La salud de los jóvenes, piedra angular del progreso futuro, afirma la OMS

La adolescencia es una etapa única y crítica del desarrollo humano, que implica importantes transiciones físicas, emocionales y sociales, y constituye un momento crucial para sentar las bases a largo plazo de una buena salud y estabilidad en el mundo. Por lo tanto, «promover y proteger la salud y los derechos de los jóvenes es esencial para construir un futuro mejor para nuestro mundo», según apunta el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Por el contrario, no abordar las amenazas para la salud que afrontan los adolescentes -algunas de larga data, otras emergentes- no solo tendrá consecuencias graves y potencialmente mortales para los propios jóvenes, sino que generará una espiral de costos económicos para las sociedades. Por ello, invertir en servicios y programas para la salud de los adolescentes es tanto un imperativo moral como una obviedad económica.

Tendencias Preocupantes en la Salud de los Adolescentes

Así lo señala una publicación presentada en un acto paralelo a la Cumbre de las Naciones Unidas. En ella se destacan una serie de tendencias preocupantes en la salud de los adolescentes observadas en la última década, que apuntan a la necesidad urgente de actuar.

Por ejemplo, al menos uno de cada siete adolescentes sufre actualmente algún trastorno mental, con tasas especialmente elevadas de depresión y ansiedad. La anemia entre las adolescentes sigue siendo prevalente, en niveles similares a los de 2010, mientras que cerca de 1 de cada 10 adolescentes es obeso. Las infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis, la clamidia, la tricomoniasis y el herpes genital, que suelen darse entre los jóvenes, van en aumento y, si no se tratan, pueden tener consecuencias para la salud de por vida.

Mientras tanto, la violencia, incluido el acoso escolar, afecta cada año a millones de jóvenes en todo el mundo, con efectos devastadores para su salud física y mental. «Resulta preocupante la intensificación de los intentos de reducir el acceso de los adolescentes a la atención sanitaria sexual y reproductiva y a una educación sexual integral, en medio de una creciente reacción contra la igualdad de género y los derechos humanos», señala la OMS.

Barreras al Acceso a los Servicios de Salud

Las políticas restrictivas sobre la edad de consentimiento están limitando el acceso de los adolescentes a los servicios de ITS y VIH. Tales medidas pueden marginar a los jóvenes, reducir el comportamiento de búsqueda de atención sanitaria y provocar efectos negativos duraderos en la salud.

Oportunidades para Avances en la Salud de los Adolescentes

El estudio también destaca que es posible conseguir avances con la inversión y el apoyo adecuados. Por ejemplo, las infecciones por VIH en adolescentes han disminuido, gracias a los esfuerzos coordinados y persistentes en este campo. Se han reducido los embarazos adolescentes y las prácticas nocivas como la mutilación genital femenina y el matrimonio precoz.

Además, muchas tendencias positivas en los resultados sanitarios están vinculadas a una mayor escolarización, especialmente de las niñas; desde 2000, el número de niños en edad de cursar secundaria que no asisten a la escuela ha disminuido casi un 30 por ciento.

En este contexto, las conclusiones abogan por invertir en la salud y el bienestar de los adolescentes, prestando atención a elementos fundamentales como la educación, la atención sanitaria y la nutrición.

Los autores piden que se promulguen y apliquen leyes y políticas que protejan la salud y los derechos de los adolescentes, que los sistemas y servicios sanitarios respondan mejor a las necesidades específicas de los adolescentes, y que se dé prioridad a la participación y el empoderamiento de los jóvenes en la investigación, la programación y la formulación de políticas.

«Los adolescentes son fuerzas poderosas e increíblemente creativas para el bien cuando son capaces de dar forma a la agenda para su bienestar y su futuro», dice el director Ejecutivo de la Alianza para la Salud de la Madre, del Recién Nacido y del Niño (PMNCH), Rajat Khosla, que ha coorganizado el evento en el que se presentó la publicación.

«Los líderes deben escuchar lo que quieren los jóvenes y asegurarse de que son socios activos y responsables de la toma de decisiones. Son fundamentales para la futura estabilidad social, económica y política del mundo, y si se les da la plataforma que necesitan, pueden ayudar a hacer posible un mundo mejor y más sano para todos», apunta.