La Comisión Europea enfrenta una presión significativa de España y un grupo de 13 países miembros de la Unión Europea por su propuesta de recortar las cuotas de anchoa en aguas atlánticas ibéricas para los años 2024 y 2025. Esta medida podría tener un grave impacto socioeconómico en la región del Golfo de Cádiz, donde la flota pesquera de cerco depende en gran medida de la pesca de esta especie.
La propuesta de la Comisión Europea
La Comisión Europea ha propuesto establecer una condición especial en virtud de la cual las capturas de anchoa en la parte de la zona del TAC (Total Admisible de Captura) situada al sur de la línea que discurre en aguas atlánticas del suroeste de la Península Ibérica «no podrán superar las 969 toneladas». Esta medida se basa en el dictamen del Consejo Internacional de Exploración del Mar (CIEM) para la población de anchoa que habita en esa zona.
Además, la Comisión Europea ha propuesto que este TAC y esta condición especial se apliquen con carácter retroactivo a partir del 1 de julio de 2024. Esto supondría una reducción de las cuotas de anchoa del 54% en aguas atlánticas ibéricas.
La reacción de España y otros países miembros
Ante esta propuesta, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, ha criticado que la Comisión Europea no haya tenido en cuenta las consecuencias socioeconómicas de esta medida. Planas ha pedido que se revise la propuesta o, en su defecto, que la retire.
Esta preocupación expresada por el ministro español ha obtenido el respaldo de un grupo de 13 países de la Unión Europea, que han instado a la Comisión Europea a tener en cuenta las consecuencias socioeconómicas de este tipo de decisiones, ya que pueden sentar un «peligroso precedente«.
Además, los eurodiputados españoles de la comisión de Pesca del Parlamento Europeo también han reprobado a la Comisión Europea esta propuesta y le han trasladado su preocupación por las consecuencias que puede suponer para la flota gaditana.
El impacto potencial en la región del Golfo de Cádiz
Según los expertos, esta limitación de las cuotas de anchoa tendría un «impacto enorme» en la región del Golfo de Cádiz, que es «muy dependiente de la pesca del boquerón«. La flota de cerco del Golfo de Cádiz afectada por la propuesta está compuesta por 75 buques, cuyas únicas especies objetivo son la anchoa y la sardina, siendo la anchoa, que supone aproximadamente el 75% de las capturas de la flota, la especie más importante para su sustento.
Por lo tanto, esta medida propuesta por la Comisión Europea podría conducir de facto al cierre de la pesquería en la región, lo que tendría un grave impacto socioeconómico para los pescadores y la industria relacionada.
Los eurodiputados han instado a la Comisión Europea a que «tenga de verdad en cuenta los aspectos sociales y económicos de la medida, retire esta propuesta y presente una nueva«, ya que la actual «tendría un grave impacto para la flota de Andalucía y conduciría ‘de facto’ al cierre de la pesquería«.
En resumen, la Comisión Europea se enfrenta a una fuerte presión por parte de España y otros países miembros para que reconsidere su propuesta de reducir las cuotas de anchoa en aguas atlánticas ibéricas, debido a las graves consecuencias socioeconómicas que podría tener para la región del Golfo de Cádiz y su flota pesquera de cerco.