Cuenca del Duero: Hallazgos clave para una gestión de riego responsable

La Cuenca del Duero es una región clave para la agricultura española, donde el regadío juega un papel fundamental en la producción de cultivos. Sin embargo, la gestión sostenible de este recurso hídrico se enfrenta a diversos desafíos, especialmente en un contexto de cambio climático. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha arrojado luz sobre la situación de la sostenibilidad del regadío en esta importante cuenca.

Identificación de Áreas Vulnerables

El proyecto de investigación, titulado «Simulación de Escenarios Climáticos y Adaptación en Sistemas de Recursos Hídricos (SECA-SRH)«, se centró en analizar la disponibilidad potencial de agua y la sostenibilidad del regadío en los diferentes sistemas de explotación que conforman la Cuenca del Duero. Los resultados, publicados en la revista Sustainability, revelan que, si bien la mayor parte de la cuenca presenta un «adecuado funcionamiento«, existen varias zonas potencialmente vulnerables.

Entre estas áreas vulnerables, Álvaro Sordo-Ward, investigador de la UPM y uno de los autores del trabajo, ha destacado el Bajo Duero y el tramo inferior de la cuenca del Alto Duero, donde se han identificado déficits acumulados en la disponibilidad potencial de agua en comparación con la demanda de riego superficial, registrando déficits globales del 80% y el 20%, respectivamente.

Además, otras subcuencas como la del Esla, Adaja, Tormes y Águeda presentan demandas globales sostenibles, mientras que las del Pisuerga y parte del Alto Duero podrían sustentar las demandas globales con obras de regulación.

Estrategias para Mejorar la Sostenibilidad

Frente a esta situación, los autores del estudio también evaluaron el margen de mejora de cada uno de los sistemas más vulnerables en términos de volumen de recursos que es necesario movilizar para disminuir dicha vulnerabilidad. Así, los tramos identificados como críticos, es decir, aquellos que requieren una mayor movilización de recursos, son los ríos Jamuz, Esgueva, Riaza y Zapardiel.

Los investigadores señalan que, una vez se ha comprobado que existe un excedente de recursos naturales en muchos cursos de agua, existe la posibilidad de aumentar la disponibilidad de agua mediante la regulación de los recursos hídricos para lograr y asegurar la sostenibilidad de la producción de cultivos.

Implicaciones para la Toma de Decisiones

Los autores del estudio consideran que estos análisis pueden proporcionar una imagen más completa de los desafíos y oportunidades asociados con la sostenibilidad y la gestión de las cuencas fluviales, lo que permitirá a los poderes públicos una mejor toma de decisiones a la hora de plantear la gestión de los mismos.

Cabe destacar que, a la hora de elaborar el estudio, los científicos tuvieron en cuenta las restricciones de uso derivadas de aplicar el régimen de caudales ecológicos especificado en el Plan Hidrológico, esenciales para la conservación de los ecosistemas. Además, incluyeron las infraestructuras hidráulicas, entre las que destacan los embalses, cuya capacidad de regulación es imprescindible para alcanzar la sostenibilidad en el abastecimiento para el regadío.

Sin embargo, la UPM ha indicado que los resultados de esta investigación están condicionados por el tipo de análisis realizado, que no tiene en cuenta el aprovechamiento de aguas subterráneas ni los trasvases entre cuencas. Aun así, este estudio representa un valioso aporte para comprender mejor los desafíos y oportunidades de la gestión sostenible del regadío en la Cuenca del Duero, una región clave para la agricultura española.