Caminar es una actividad fundamental para los jubilados, no solo por sus beneficios físicos, sino también por su impacto positivo en la salud mental y emocional. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., los adultos mayores de 65 años deben caminar al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana. Este hábito ayuda a mantener un peso equilibrado, fortalece los músculos y mejora la salud del corazón. Aquí te compartimos algunos consejos útiles para empezar: usa calzado cómodo, elige rutas seguras y considera caminar en compañía para hacerlo más placentero.
2Beneficios mentales y emocionales
El impacto de andar va más allá de lo físico; también favorece la salud mental. La actividad física regular, como caminar, se asocia con una reducción de la ansiedad y la depresión, problemas que pueden afectar gravemente la calidad de vida de los jubilados. Caminar al aire libre, en entornos naturales, promueve una sensación de bienestar gracias a la liberación de endorfinas, que mejoran el estado de ánimo.
Un consejo efectivo es incorporar caminatas en grupo, ya que esto no solo proporciona motivación, sino que también fomenta la socialización y reduce la soledad. Buscar rutas agradables en parques o senderos puede hacer que la experiencia sea más enriquecedora.