La Candidatura d’Unitat Popular (CUP), en el marco de su proceso de refundación ‘Procés de Garbí’, ha marcado una postura contundente en su Asamblea Nacional celebrada en Sabadell. Con un discurso centrado en la necesidad de una ruptura con el Estado español, la formación anticapitalista busca redefinir el camino hacia la independencia de Cataluña.
Este nuevo enfoque, alejado de la vía del diálogo y la negociación, se plantea como una respuesta a la falta de avances en la cuestión catalana. La CUP considera que la única vía para alcanzar la soberanía plena pasa por la confrontación con el Estado y la construcción de instituciones propias.
La CUP Busca la «Conquista» de las Instituciones para el Pueblo
Non Casadevall, uno de los portavoces del grupo motor de la CUP, ha sido claro al respecto: «No se puede negociar con España. La vía del pacto está agotada, está rota». La formación apuesta por una estrategia que denomina «conquista de las instituciones», buscando ocupar el máximo espacio posible en los órganos de poder existentes con el objetivo de ponerlos al servicio del pueblo catalán.
Esta estrategia, que busca la transformación social desde dentro del sistema, se plantea como un medio para alcanzar la independencia. La CUP considera que la ocupación de las instituciones debe servir para generar las condiciones necesarias para la ruptura con el Estado español y la construcción de un nuevo modelo de país.
El «Procés de Garbí»: Refundar el Independentismo desde la Base Popular
La CUP también ha aprovechado la ocasión para criticar duramente a Junts per Catalunya, acusándoles de anteponer intereses partidistas a las necesidades del pueblo catalán. Maria Gordillo, otra de las portavoces de la formación, ha lamentado la falta de compromiso de Junts con la regulación de los alquileres de temporada, una medida que consideran fundamental para garantizar el derecho a la vivienda.
«No nos sirve un país como el que plantea Junts», ha afirmado Gordillo, criticando la visión de un independentismo que, a su juicio, solo beneficia a una minoría. La CUP defiende un independentismo popular, que ponga en el centro las necesidades de la mayoría social y que se construya desde la base. Es en este contexto donde se enmarca el ‘Procés de Garbí’, una iniciativa que busca revitalizar el movimiento independentista y dotarlo de un nuevo impulso.