La serie ‘Soy Georgina’, emitida en Netflix, ha capturado la atención del público global al ofrecer una mirada íntima a la vida de Georgina Rodríguez, la pareja de Cristiano Ronaldo. Desde su debut, este docureality ha explorado diversos aspectos de su vida, desde el glamour hasta la realidad cotidiana.
La tercera temporada, que se estrenó el 18 de septiembre, se enfoca en su vida en Arabia Saudí y, sorprendentemente, introduce elementos relacionados con la espiritualidad y la brujería.
La mudanza a Arabia Saudita tras el fichaje del futbolista por el Al-Nassr ha supuesto un cambio significativo en la vida de la familia, y la nueva temporada de la serie nos ofrece una mirada íntima a su adaptación a la cultura y costumbres de Oriente Medio.
Sin embargo, el foco de atención se ha desplazado hacia un aspecto menos conocido de Georgina: su creencia en la brujería y la presencia del demonio en su hogar.
3¿Cómo se manifiestan la fe y la espiritualidad en la vida de Georgina?
Georgina Rodríguez ha dejado claro en varias ocasiones que es una mujer de fe. Su devoción a la Virgen de Fátima se refleja en su comportamiento diario. La tercera temporada continúa en esta línea, pero añade un matiz nuevo al introducir la brujería y creencias más esotéricas.
En uno de los episodios, menciona que cree en la brujería, pero que se siente «protegida por Dios». Esto crea un dilema interesante entre la fe tradicional y la creencia en lo sobrenatural, un tema que puede resonar en muchas personas que buscan explicaciones más allá de los límites de la religión convencional.
En la temporada, Georgina revela haber visto la cara de Satán en una de las paredes de su hogar, lo que la lleva a reflexionar sobre su concepto de protección divina frente a las fuerzas negativas.