No es normal que se admita una querella contra un ex jefe de gobierno, y menos por crímenes de lesa humanidad. Pero con esa realidad tendrá que enfrentarse Jose Luis Rodríguez Zapatero si la querella presentada por el abogado Ricardo Miracle Lavilla es admitida por la Audiencia Nacional. La misma ha sido interpuesta por un grupo de venezolanos exiliados en España, alrededor de 6 personas, que aseguran que la conexión del expresidente con el régimen de Maduro ayudó a que este practicara torturas contra ellos y contra miles de presos políticos.
El letrado además asegura que tras la denuncia de Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones según las actas electorales del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano recogidas por la oposición y reconocido como presidente electo por el Congreso Español y por la Eurocámara, de que hubo coacción para que firmara un documento aceptando mantenerse en silencio sobre el resultado electoral a cambio de su seguridad y de que le permitieran salir del país la querella se hace más urgente. El abogado señala este momento, que se ha traducido en la imagen de los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, viendo cómo Urrutia firmaba el documento en la embajada española, y asegura que Zapatero también se mantuvo cercano a esta situación.
ZAPATERO LLEVA 10 AÑOS COLABORANDO CON EL RÉGIMEN DE MADURO
Según el letrado, tienen evidencia, más allá de las imágenes públicas, de que el expresidente español tiene 10 años trabajando de la mano con el régimen de Maduro. En 2014, durante las protestas lideradas por Leopoldo López y la misma Maria Corina Machado, que hoy dirige la oposición, el gobierno venezolano pidió que Zapatero fuese el intermediario con la oposición para calmar la situación.
«Y entonces está habilitado delante de determinadas organizaciones internacionales como el Grupo de Puebla, o el Centro Carter, o la ONU, y lo que hace allí no es como intermediario neutral, sino que simplemente está defendiendo al gobierno de Maduro. Aquí en España se ha dicho públicamente que no estamos bien informados de lo que ocurre en Venezuela porque no es verdad que se cometan delitos allí. Y ante el Grupo Puebla solicitó que no se le requiriera a Maduro que presentara las actas electorales», explica el letrado, explicando la responsabilidad del que todavía es pieza clave en el PSOE de Pedro Sánchez en la actual crisis venezolana.
«Toda la actividad de Zapatero es siempre en defensa del gobierno de Maduro y, por tanto, entendemos que es un partícipe y un encubridor de todo lo que ocurre allí. Es un grupo de seis exiliados venezolanos que están aquí en España, aunque hay más que no han firmado la querella por miedo a las posibles represalias. Pero todos los que firman la querella son ciudadanos venezolanos que han tenido que huir del país porque en su día fueron detenidos, fueron torturados, se les amenazó y tuvieron que exiliarse», sentencia Lavilla.
APARTAR A ZAPATERO DE LA SITUACIÓN DE VENEZUELA
Más que encerrar a Zapatero, la verdadera expectativa es que deje de ser una conexión entre el Gobierno español y la dictadura venezolana. Para un Pedro Sánchez que ya se ha visto salpicado por el caso de Koldo, el de su hermano y el de su esposa, Begoña Gómez, que uno de sus aliados más importantes dentro del partido esté siendo juzgados por crímenes de Lesa humanidad, sería una crisis complicada de asumir, aunque claro primero debe admitirse la querella a trámite.
«Si se llega a admitir a trámite, sólo con eso, podríamos solicitar determinadas diligencias de prueba, que como particulares no podemos, pero por vía judicial sí que se puede, pues verificar y constatar todas las actuaciones de Rodríguez Zapatero como intermediario o representante del gobierno de Maduro», explica el letrado.