Topuria habla sobre su próximo combate con Holloway y el documental de su vida
Ilia Topuria fue el invitado principal en El Hormiguero, donde promocionó su documental, Topuria: Matador, que se estrena este miércoles en Cines Callao, en Madrid. Durante su aparición, el hispano-georgiano también habló sobre su próxima pelea contra Max Holloway, en la que defenderá su cinturón de campeón del peso pluma en el UFC 308, que podrás seguir en Eurosport.
Pablo Motos le preguntó a Topuria sobre la diferencia entre luchar por ganar un cinturón y defenderlo, así como la dificultad de enfrentarse a Holloway, quien se mantiene invicto y nunca ha sido noqueado. Topuria respondió: «Es lo mismo. Siempre me preparo al máximo y no subestimo a nadie. A Volkanovski tampoco lo había noqueado nadie, y mira», comentó entre risas del público.
Topuria confiesa que ha costado que Holloway acepte el combate
El hispano-georgiano reveló que la UFC le causó confusión con las fechas y que fue difícil que Holloway aceptara el combate. Es comprensible; tuvieron que aumentarle el sueldo para que aceptara. Me han dado muchas vueltas: al principio me dijeron que sería en la Esfera de Las Vegas, luego en otro estado de Estados Unidos, y al final será en Abu Dabi. Me parece excelente, ya que será la primera vez que se transmita un combate mío en España en horario de máxima audiencia», aseguró.
Ilia Topuria también fue consultado sobre la posible llegada de la UFC a España. «UFC España sucederá. Quiero que ocurra en 2025. Ahora estoy enfocado en el combate contra Max Holloway, ya que es un luchador de gran renombre en la categoría y ha vencido a numerosos contendientes. Es una cuenta pendiente que quiero saldar. Pero después de eso, no me importa contra quién pelee; mi objetivo es luchar en España», afirmó.
El documental de Ilia Topuria
Topuria habló sobre su documental, que comenzó a rodar hace dos años y que se estrenará en los cines el próximo jueves. Una de las partes más duras del proceso fue cuando tuvo que perder 16 kilos antes de su pelea contra Emmet, lo que le llevó a estar 24 horas sin beber agua. «Perdí un poco la cabeza. Todo te resulta muy frustrante. Te vuelves más sensible y estás en modo supervivencia. A una persona, lo último que se le debe quitar es la comida y el agua. Pasar por ese infierno te brinda momentos para conocerte mejor a ti mismo», reconoció.
Otro de los momentos difíciles que aborda el documental es la infancia de Topuria en medio de la guerra en Georgia. «Dondequiera que miraras, había muertos. La desgracia estaba por todas partes. Ver tanques pasando por la ventana es el verdadero miedo. En cualquier momento podías ser asesinado; entraban en las casas y torturaban a la gente. Por eso, cuando subo al octágono, no tengo miedo, porque, ¿qué puede compararse con eso?».