A lo largo del planeta Tierra hay una enorme cantidad de islas. Algunas de estas tienen paisajes alucinantes y son muy turísticas, pero hay otras que, pese a su belleza, son un riesgo total para la mayoría de las personas que buscan acercarse para vivir aventuras exóticas.
Este es el caso de La Isla Sentinel del Norte, que es famosa por ser uno de los lugares más inaccesibles y peligrosos del mundo. Ubicada en el archipiélago de las Islas Andamán, en el océano Índico, forma parte del territorio de la India. Este lugar es habitado por los sentineleses, una tribu indígena que ha rechazado cualquier contacto con el mundo exterior, manteniendo un estilo de vida completamente aislado y tradicional durante miles de años.
La pequeña porción de tierra tiene una superficie de aproximadamente 60 kilómetros cuadrados y está cubierta por densos bosques. Rodeada de arrecifes de coral y aguas poco profundas, está situada a unos 50 kilómetros al oeste de la isla Gran Andamán, una de las más grandes del archipiélago.
¿Por qué es la isla más peligrosa?
Los sentineleses son conocidos por ser extremadamente hostiles hacia los forasteros. Viven como cazadores-recolectores, sin evidencia de agricultura ni de uso de fuego. Se estima que la población de la tribu oscila entre 50 y 200 personas, aunque es difícil de determinar debido a su naturaleza aislada.
Desde que se tuvo conocimiento de su existencia, los sentineleses han dejado claro su deseo de permanecer alejados del mundo moderno. Cualquier intento de acercarse a la isla ha sido recibido con violencia. Las personas que se acercan demasiado suelen ser atacadas con lanzas y flechas. Debido a esto, el Gobierno de la India ha prohibido el acceso a este lugar, estableciendo un perímetro de exclusión de 5 kilómetros alrededor del mismo para proteger tanto a la tribu como a los visitantes.
La Isla Sentinel del Norte, entonces, es considerada peligrosa debido a esa actitud hostil y violenta de sus habitantes. Hay casos documentados de pescadores y exploradores que han perdido la vida al intentar acercarse. El ejemplo más reciente y conocido ocurrió en 2018, cuando un misionero estadounidense, John Allen Chau, fue asesinado al intentar contactar con ellos para difundir sus creencias religiosas. ¿Te atreverías a acercarte?