La industria cerámica española, reconocida por su liderazgo y calidad a nivel internacional, se enfrenta a un momento de incertidumbre en cuanto a sus exportaciones. Según las declaraciones del presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu, se prevé una caída de las exportaciones del sector durante el presente ejercicio, mientras que se espera un ligero crecimiento en el mercado nacional.
Esta situación refleja los desafíos estructurales que enfrentan los países europeos, sumidos en una profunda crisis, y la competencia de productores fuera de la Unión Europea que, según Nomdedeu, «no están trabajando con las mismas armas» que los fabricantes españoles. El reglamento en el terreno de juego no es igual para todos, lo que lleva a una pérdida de competitividad para el sector cerámico español.
Las Exportaciones Cerámicas Enfrentan una Desaceleración, pero el Mercado Nacional Muestra un Leve Crecimiento
La caída de la demanda en el sector cerámico se ha producido de manera sostenida desde 2022 y 2023, según los datos compartidos por Nomdedeu. Si bien esta «caída libre» se ha frenado este año, el sector sigue registrando retrocesos en las ventas de exportación y la producción. Se estima que, para finales de 2024, habrá un retroceso en estos indicadores, aunque no serán tan pronunciados como los observados en los años anteriores.
Ante este panorama, el presidente de Ascer destaca que el «rebote» del sector se prevé para 2025, de acuerdo con las estimaciones de la asociación. Esta proyección se basa en la expectativa de que las empresas cerámicas puedan presentar productos innovadores y atractivos en la próxima edición de la feria Cersaie de Bolonia (Italia), que se celebrará a finales de este año y que servirá de referencia para las compras del año 2025.
La Industria Cerámica Española Busca Reforzar su Competitividad en el Mercado Global
Para hacer frente a estos desafíos, la industria cerámica española está trabajando en diversas estrategias. Una de ellas es destacar los valores de la cerámica europea, lo que se ha convertido en el objetivo de una campaña recientemente presentada. Esta iniciativa busca poner en valor las características diferenciales de la producción cerámica española, como su calidad, innovación y sostenibilidad, frente a la competencia de otros países.
Asimismo, los fabricantes cerámicos españoles están invirtiendo tiempo y recursos en mejorar su competitividad, a pesar de las desventajas regulatorias que enfrentan en comparación con otros productores. Esta determinación refleja el compromiso del sector por mantener su posición de liderazgo en el mercado internacional.
En conclusión, la industria cerámica española se encuentra en un momento de desafíos y oportunidades. Si bien las exportaciones enfrentan una desaceleración coyuntural, el sector confía en recuperar su impulso en 2025, apoyado en la innovación de sus productos y la defensa de los valores diferenciales de la cerámica europea. La capacidad de adaptación y la búsqueda de la competitividad serán claves para que el sector cerámico español mantenga su relevancia global.