La Unión Europea (UE) se enfrenta a un desafío crucial: lograr una transición hacia una economía sostenible y competitiva. El informe ‘El Pacto Verde y su impacto en la industria de la UE: medidas adoptadas y retos futuros’, elaborado por Christopher Jones, profesor de la Escuela de Regulación de Florencia, y publicado por Fundación Naturgy, aborda los cambios regulatorios y los desafíos que enfrenta la industria europea en este camino hacia la descarbonización.
La Ley Europea de Clima, que entró en vigor en 2021, estableció el objetivo de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 55% para 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Sin embargo, en febrero de 2023, la Comisión Europea presentó la recomendación de reducir aún más las emisiones, en un 90% para 2040. Este marco regulatorio tendrá un profundo impacto en la industria europea durante la próxima década.
Estrategia Corporativa: Clave para Afrontar los Cambios
El autor del informe, Christopher Jones, destaca que estos cambios traerán «ganadores y perdedores» en la industria. Prever estos cambios y desarrollar una estrategia corporativa será fundamental para evitar costes y aprovechar las oportunidades. Esto será tan importante para la rentabilidad de amplios sectores de la industria de la UE como los propios costes laborales.
La Comisión Europea ha identificado una serie de condiciones clave para alcanzar el objetivo climático para 2040, entre las que se encuentran la descarbonización total de los sectores de la electricidad y de las industrias del Régimen de Comercio de Derechos de Emisiones (RCDE) en 2040, lo que implicará inversiones anuales de aproximadamente 1,5 billones de euros. Otras condiciones son la implementación del actual marco legislativo, el desarrollo de un nuevo marco político centrado en la industria sostenible y la competitividad, y el despliegue de la captura de carbono.
El Reto del Régimen de Comercio de Derechos de Emisiones
Jones señala que el RCDE representa un desafío fundamental para Europa, ya que la UE está fijando el precio de las emisiones de carbono para su industria, mientras que las empresas de otros países no están expuestas al mismo nivel de coste climático. Esto implica grandes desafíos industriales, políticos y económicos para la UE, que requieren importantes esfuerzos e inversiones que eclipsan todo lo realizado hasta ahora.
Además, es necesario cerrar la brecha entre las empresas europeas, que tendrán que afrontar costes cada vez mayores y adoptar estándares ESG más altos, y las compañías rivales que no pertenecen a la UE.
Hacia una Transición Energética Europea
Después de la presentación del informe, expertos del sector energético, como el ex-comisario de Energía de la UE Andris Piebalgs y el ex director general adjunto de Energía de la Comisión Europea Klaus-Dieter Borchardt, abordaron los desafíos del nuevo marco regulatorio y su impacto en la industria europea.
Piebalgs destacó que la transición energética no está dirigida por el mercado, sino por consideraciones políticas, por lo que el proceso de transformación solo funcionará si se logra que sea 100% europeo. Por su parte, Borchardt enfatizó la importancia de centrarse en los cambios estructurales necesarios para alcanzar un sistema energético totalmente integrado en Europa, sin descartar ninguna tecnología.
En resumen, la Unión Europea se enfrenta a un desafío fundamental: lograr una transición hacia una industria sostenible y competitiva. Para ello, será crucial que las empresas europeas desarrollen estrategias corporativas que les permitan anticipar y aprovechar los cambios regulatorios, al tiempo que se avanza hacia una transición energética verdaderamente europea.