Iberdrola, el gigante energético español, ha dado un importante paso hacia la consolidación de su presencia en el mercado estadounidense. La adquisición del 18,4% restante de su filial Avangrid representa un movimiento estratégico clave para la compañía, que busca incrementar su exposición al lucrativo negocio de las redes eléctricas en Estados Unidos.
La aprobación de la Comisión de Servicios Públicos de Maine ha sido un hito fundamental en este proceso, allanando el camino para que Iberdrola complete la fusión de Avangrid y alcance el 100% de propiedad de la compañía. Este hecho se suma a otros avales clave, como el visto bueno de la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) y el respaldo de los principales asesores de voto («proxy advisors») del mercado.
Consolidación de la Presencia en el Mercado Estadounidense
Iberdrola ha demostrado su compromiso con el mercado estadounidense a través de esta transacción. La adquisición del 18,4% restante de Avangrid le permitirá tener el 100% de propiedad de la compañía, lo que le brindará un mayor control y flexibilidad para implementar su estrategia de crecimiento en este importante mercado.
Avangrid, con sede en Connecticut, es una compañía con una sólida presencia en 24 estados de Estados Unidos, con 44.000 millones de dólares en activos y que presta servicios a más de 3,3 millones de clientes en Nueva York y Nueva Inglaterra a través de sus ocho empresas de electricidad y gas natural.
Además, Avangrid cuenta con una amplia cartera de instalaciones de generación de energía renovable en todo el país, lo que le permite a Iberdrola diversificar su negocio y aprovechar las oportunidades en el sector de las energías limpias.
Estrategia de Crecimiento en Mercados Regulados
La adquisición del 100% de Avangrid es parte de la estrategia de Iberdrola para incrementar su exposición al negocio de redes eléctricas en Estados Unidos, un mercado considerado clave por su alta calificación crediticia y su naturaleza regulada, características que se ajustan a los planes de crecimiento de la compañía.
Este movimiento se enmarca en un momento crucial para Iberdrola, que busca consolidar su presencia en mercados desarrollados y estables, como el estadounidense, en línea con su objetivo de diversificar sus operaciones y reducir su exposición a los riesgos inherentes a algunos mercados emergentes.
La transacción, que se espera concretar en el último trimestre de 2023, está sujeta aún a la aprobación de la Comisión de Servicio Público de Nueva York y al voto favorable de los accionistas de Avangrid en su próxima junta general. Una vez completada, esta adquisición representará un hito importante en la estrategia de crecimiento internacional de Iberdrola.