La Unión Europea se embarca en una transición verde: Fundación Naturgy revela la ruta hacia una industria sostenible

La Unión Europea (UE) se encuentra en una encrucijada crucial mientras aborda los desafíos de la descarbonización y la competitividad industrial. El informe ‘El Pacto Verde y su impacto en la industria de la UE: medidas adoptadas y retos futuros’, elaborado por Christopher Jones, profesor de la Escuela de Regulación de Florencia, y publicado por Fundación Naturgy, ofrece un análisis exhaustivo de las políticas implementadas y los retos venideros.

El estudio realiza un repaso detallado de las leyes y nuevas políticas de energía y clima que se han puesto en marcha en los últimos cuatro años, desde la entrada en vigor de la Ley Europea de Clima en 2021. Esta normativa estableció el objetivo de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 55% para 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Sin embargo, en febrero de este año, la Comisión Europea presentó la recomendación de aumentar la reducción de GEI a un 90% para 2040, lo que supone un desafío aún mayor para la industria europea.

UN PACTO VERDE CENTRADO EN LA INDUSTRIA SOSTENIBLE

Según el autor del documento, Christopher Jones, «es inevitable que estos cambios signifiquen que habrá ganadores y perdedores». Por lo tanto, prever estos cambios y poner en marcha una estrategia corporativa para evitar costes y aprovechar las oportunidades «será tan importante para la rentabilidad corporativa de amplios sectores de la industria de la UE como, por ejemplo, los costes laborales».

La Comisión Europea ha identificado una serie de condiciones fundamentales para alcanzar el objetivo climático para 2040, entre las que destaca la descarbonización total de los sectores de la electricidad y de las industrias del Régimen de Comercio de Derechos de Emisiones (RCDE) en 2040.

Esto implicará inversiones anuales de aproximadamente 1,5 billones de euros. Otras condiciones clave son la plena implementación del actual marco legislativo de la UE, el desarrollo de un marco político posterior a 2030 con foco en la industria sostenible y la competitividad, así como el despliegue de la captura de carbono.

Jones entra en detalle en el RCDE, señalando el «desafío fundamental que representa para Europa«, ya que «la UE está fijando el precio de las emisiones de carbono para su industria, mientras que las empresas de otros países no están expuestas al mismo nivel de coste climático. Esto supone un gran reto para la competitividad de las empresas europeas.

EL RETO DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA EUROPEA

Según Jones, «llevar a cabo todas estas acciones supone grandes desafíos industriales, políticos y económicos para la UE, porque se requieren importantes esfuerzos e inversiones que eclipsan todas las realizadas hasta ahora, e incluso, aquellas que están previstas hasta el año 2030″. Esto implica la necesidad de «cerrar la brecha» entre las empresas europeas, que tendrán que afrontar mayores costes y adoptar estándares ESG más altos, y las compañías rivales de fuera de la UE.

En el coloquio posterior a la presentación del informe, los expertos del sector energético abordaron los desafíos que plantea el nuevo marco regulatorio y su repercusión en la industria europea. El ex-comisario de Energía de la UE, Andris Piebalgs, señaló que «la transición energética no está dirigida por el mercado sino por consideraciones políticas, por lo que el proceso de transformación solo va a funcionar si se consigue que sea algo 100% europeo».

Por su parte, Klaus-Dieter Borchardt, ex director general adjunto de Energía de la Comisión Europea, hizo hincapié en que «es importante no caer en la trampa de acciones basadas en subsidios», y que lo que se necesita son «cambios estructurales necesarios para alcanzar un sistema energético totalmente integrado en Europa».

LA UNIÓN EUROPEA ANTE UN FUTURO SOSTENIBLE

En resumen, el informe de la Fundación Naturgy pone de manifiesto la urgente necesidad de un nuevo pacto de descarbonización centrado en la industria sostenible y la competitividad de la UE. Las ambiciosas metas climáticas establecidas, como la reducción del 90% de las emisiones de GEI para 2040, suponen enormes desafíos industriales, políticos y económicos que requerirán un esfuerzo sin precedentes.

Para abordar estos retos, será crucial que la UE desarrolle un marco político sólido posterior a 2030, que fomente la innovación, la eficiencia energética y la captura de carbono. Además, deberá encontrar formas de nivelar el campo de juego con respecto a las empresas de fuera de la UE, evitando caer en subsidios y centrándose en los cambios estructurales necesarios para una transición energética exitosa y 100% europea.

Solo a través de un enfoque integral y estratégico, la Unión Europea podrá hacer frente a estos desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece el Pacto Verde para consolidar su liderazgo en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo de una industria sostenible y competitiva.