La pandemia de COVID-19 trajo consigo una revolución en la forma de trabajar, impulsando el auge del teletrabajo y el modelo híbrido. Sin embargo, una nueva tendencia se perfila en el horizonte empresarial español: la vuelta a la presencialidad.
Según el II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH 2024, más de la mitad de las empresas en España (58%) ha adoptado un modelo de trabajo 100% presencial en 2024, casi diez puntos porcentuales más que en 2022 (49%). Esta tendencia contrasta con las preferencias de los trabajadores, quienes en su mayoría (62%) prefieren un formato híbrido de trabajo.
La Comunicación y la Cultura, Desafíos del Trabajo Remoto
A pesar de que nueve de cada diez empresas son conscientes del impacto positivo del teletrabajo en la conciliación de los empleados, las compañías están priorizando la presencialidad. Una de las principales razones, señalada por seis de cada 10 empresas, es que el trabajo remoto afecta negativamente a la comunicación y a la cultura de la organización.
Esto se refleja en el hecho de que solo el 1% de las compañías tiene un modelo completamente en remoto, mientras que el 41% cuenta con un modelo híbrido, con una predominancia de acudir a la oficina de dos a tres días por semana.
Insatisfacción de los Empleados y Apertura al Cambio
La realidad empresarial contrasta con las preferencias de los trabajadores, ya que un 52% de ellos no está satisfecho con su modelo actual de trabajo. Uno de los principales motivos de esta insatisfacción es la dificultad que la ausencia de teletrabajo supone para la conciliación entre la vida profesional y personal, una preocupación señalada por el 72% de los empleados.
Además, el 53% de los empleados está abierto a un cambio de empresa en 2024, un porcentaje que se mantiene ligeramente por debajo de 2023, cuando así lo afirmaba el 54%. Entre los motivos, conseguir un mayor salario (72%) o una mayor flexibilidad y conciliación (61%) se mantienen como las principales razones para cambiarse de empresa.
En conclusión, la vuelta a la presencialidad en las empresas españolas, impulsada por la percepción de que el trabajo remoto afecta negativamente a la comunicación y cultura organizacional, contrasta con las preferencias y necesidades de los trabajadores, quienes buscan mayor flexibilidad y conciliación. Esta divergencia podría desencadenar una ola de cambios de empleo en el mercado laboral español.