En el corazón de Teruel se esconde un destino que desafía las convenciones del turismo masivo: Albarracín. Este pintoresco pueblo, con su inconfundible color rojizo y su rica historia medieval, ofrece una experiencia única para quienes buscan un encanto auténtico lejos de las grandes aglomeraciones turísticas. Si te animas a visitarlo, aquí tienes algunos tips: aprovecha para pasear por sus callejuelas laberínticas, sube a las murallas para vistas panorámicas y no te pierdas la oportunidad de explorar sus rincones menos conocidos.
2Murallas y Castillo: huellas de una historia fascinante
El imponente castillo de Albarracín, fundado por los bereberes Banu Razin, y sus extensas murallas son testigos de la fortaleza histórica de la localidad. Ubicado estratégicamente en un meandro del río Guadalaviar, el castillo y las murallas brindan una visión impresionante de la habilidad defensiva medieval. Subir hasta la cima del castillo te permitirá apreciar la magnitud de esta fortaleza, que parece más grande de lo que sugieren sus muros exteriores.