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Dani Olmo, la estrella del momento del FC Barcelona y de la selección española, tiene una curiosa forma de celebrar cada gol que marca. La mayoría no sabe de dónde procede pero ya son muchos aficionados los que realizan el gesto de manera involuntaria al mencionar al jugador, e incluso sus compañeros de equipo, como Lamine Yamal, se suman a este peculiar gesto para acompañarle en la celebración. Pero, ¿qué significado tiene este gesto que se ha vuelto su sello distintivo?
Un gesto que viene de la NBA
La celebración de Dani Olmo, donde se señala repetidamente la muñeca como si mirara un reloj, ha despertado la curiosidad entre los aficionados, especialmente desde la pasada Eurocopa celebrada en Alemania. Este gesto no es una ocurrencia casual ni un simple capricho, sino un homenaje a uno de los grandes de la NBA: Damian Lillard. A Lillard, jugador de los Milwaukee Bucks, se le conoce por su habilidad para decidir partidos en los momentos críticos, lo que le ha valido el apodo de «Dame Time». Este apodo hace referencia a esos momentos cruciales del juego donde Lillard toma el control y anota puntos decisivos, simbolizando que «ha llegado la hora».
Dani Olmo ha adoptado este gesto como una forma de expresar que él también está listo para ser decisivo en los momentos más importantes del partido. Este estímulo llega en un momento donde los culés necesitan tener una conexión emocional con su equipo, que lleva un tiempo sufriendo el desapego de las cuotas de las casas de apuestas, como Inkabet Perú, puesto que el equipo no parte como el favorito que era hace tan solo unos pocos años. Así que cada vez que anota, Dani se señala la muñeca como si dijera que «ha llegado su momento», una declaración de intenciones que refleja su confianza y mentalidad competitiva en su llegada a La Liga. Veremos si será capaz de revertir los ánimos y ayudar al Barcelona a encauzar su situación.
Una celebración que trasciende el fútbol
La influencia de la cultura estadounidense en el deporte no es nueva, y el fútbol no es ajeno a ella. La globalización ha permitido que figuras como Lillard se conviertan en referentes para atletas de otras disciplinas. En el caso de Olmo, su admiración por Lillard va más allá del simple gesto; es una muestra de respeto y una forma de conectar con un ícono del deporte que ha sabido imponerse en los momentos de mayor presión. Olmo, como Lillard, quiere ser recordado por su capacidad de aparecer en los momentos clave, y su celebración es una forma de expresar ese deseo.
Desde su llegada al FC Barcelona, la celebración de Dani Olmo se hecho eco no solo entre los aficionados, sino también dentro del equipo. Sus compañeros, especialmente los más jóvenes como Lamine Yamal, han adoptado el gesto, lo que ha generado una sensación de unidad y propósito dentro del vestuario. Esta celebración ha servido para reforzar la idea de que el Barcelona cuenta con jugadores capaces de marcar la diferencia cuando más se necesita.
Además, este tipo de celebraciones contribuyen a construir una identidad en torno al jugador. En el fútbol moderno, donde la imagen y el branding personal son casi tan importantes como el rendimiento en el campo, Dani Olmo ha sabido capitalizar su celebración para establecerse como una figura relevante tanto dentro como fuera del terreno de juego. Cada vez que se señala la muñeca, Olmo no solo celebra un gol, sino que reafirma su rol como uno de los líderes del equipo.