Las patatas fritas se han convertido en un elemento casi indispensable en las reuniones sociales y familiares, donde su crujido y sabor las posicionan como un acompañante predilecto. Sin embargo, detrás de esa textura dorada se esconden riesgos que muchos desconocen. Recientemente, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un exhaustivo análisis de 331 bolsas de patatas fritas de distintos supermercados, revelando cuáles son las peores opciones disponibles en el mercado. A continuación explicaremos los resultados de dicha investigación, profundizando en los ingredientes y macronutrientes que las convierten en un producto potencialmente dañino para la salud.
3Las peores patatas fritas del mercado: Ruffles y Consum
De las 331 bolsas de patatas fritas analizadas por la OCU, dos marcas han destacado negativamente: las Ruffles sabor jamón y las Onduladas de la marca Consum, también de sabor jamón. Estas opciones no solo contienen el colorante E150d, sino que también presentan una larga lista de ingredientes que la OCU ha calificado como negativos para la salud.
Las Ruffles sabor jamón, por ejemplo, se caracterizan por su alto contenido de grasas saturadas y sal, además de incluir varios aditivos cuestionables. Por su parte, las patatas fritas Onduladas de Consum no se quedan atrás, con un perfil nutricional igualmente preocupante y la presencia del colorante E150d, que las coloca en la lista negra de la OCU.
La presencia del colorante E150d en ambas marcas es especialmente alarmante. Este aditivo, utilizado para dar color a las patatas fritas, ha sido asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer, según estudios recientes. Aunque su uso está permitido en la Unión Europea, la OCU ha hecho un llamado a los consumidores para que eviten productos que lo contengan.
