Los 300 fondos de pensiones más grandes del mundo han experimentado un notable aumento de sus activos en 2023, con un crecimiento del 10% hasta alcanzar los 22,6 billones de dólares (20,2 billones de euros). Este repunte se produce tras un descenso del 13% registrado en 2022, según un informe elaborado por Thinking Ahead Institute de WTW en colaboración con Pensions & Investments.
El estudio atribuye esta recuperación a una «cierta estabilización» de los mercados después de la elevada incertidumbre económica mundial del año anterior. No obstante, el total de los activos aún no ha logrado recuperar el nivel máximo anterior.
Cabe destacar que el crecimiento más acelerado se ha dado entre los planes de pensiones más grandes. Los 20 mayores fondos del mundo registraron un aumento del 12% en sus activos durante el último año, superando a sus homólogos más pequeños. Esta tendencia se mantiene a lo largo del tiempo, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 5,4% para los 20 principales fondos en los últimos cinco años, frente al 4,7% para el conjunto de los 300 mayores.
El Duelo por el Liderazgo: Japón vs. Noruega
Entrando en detalles, el informe revela que el Fondo de Pensiones del Gobierno de Japón (GPIF) se mantiene como el mayor fondo de pensiones del mundo, con activos bajo gestión de 1,59 billones de dólares (1,42 billones de euros). Esta posición la ocupa desde 2002.
Sin embargo, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega se encuentra tan solo un 0,5% por debajo, con unos activos de 1,58 billones de dólares (1,41 billones de euros). Según el estudio, el fondo noruego podría llegar al primer puesto el año que viene, después de registrar un crecimiento del 22% en activos durante el último periodo de 12 meses.
Perspectivas Inciertas y Desafíos Emergentes
Oriol Ramirez-Monsonis, director de inversiones en WTW, ha calificado de «alentador» el retorno del crecimiento. No obstante, advierte que la combinación de un entorno macroeconómico más incierto y el aumento de la inestabilidad geopolítica genera una mayor complejidad en el panorama inversor.
En cuanto a las perspectivas para 2024, desde WTW señalan que la incertidumbre sigue siendo elevada y la volatilidad persiste en la economía global, agravada por acontecimientos geopolíticos, incluidas elecciones presidenciales de gran relevancia.
En lo referente a la asignación de activos de estos fondos en Europa, el estudio indica que siguen posicionando una parte muy relevante de sus inversiones en renta fija, con un 47%, seguida de la inversión en renta variable, con casi un 40% de la asignación.
Ramirez-Monsonis destaca la importancia de optimizar la distribución de activos en nuestras carteras, disminuyendo la inversión en activos tradicionales. Además, recalca que mientras que en Norteamérica la inversión en activos alternativos ya alcanza cerca del 30%, en Europa aún no hemos superado el umbral del 15%, lo que deja un amplio margen de mejora y crecimiento.