Nuestros dispositivos móviles con el paso del tiempo se han convertido en una extensión de nuestro cuerpo, estos aparatos en su momento solo servían para comunicarse, pero hoy su alcance es casi ilimitado. Sin embargo, junto con los avances tecnológicos, han surgido serias preocupaciones sobre la seguridad. Las estafas digitales avanzan a un ritmo alarmante, y WhatsApp, la aplicación de mensajería más popular en España, se ha convertido en un objetivo principal para los ciberdelincuentes. La Guardia Civil ha emitido una nueva alerta sobre una modalidad de fraude llamada ‘secuestro de WhatsApp‘, que se suma a la creciente lista de engaños. A continuación, te explicaremos en qué consiste esta peligrosa práctica y te daremos consejos para evitar ser víctima.
3Corazones rotos y billeteras vacías: El auge del ‘Catfishing’ en WhatsApp
Entre las estafas más perniciosas y emocionalmente devastadoras se encuentra el ‘Catfishing’, una práctica que ha encontrado un terreno fértil en WhatsApp. Esta modalidad de fraude explota la vulnerabilidad emocional de las personas que buscan conexiones románticas o amistades cercanas a través de internet.
El proceso comienza típicamente en aplicaciones de citas. Después de establecer un contacto inicial, los estafadores sugieren continuar la conversación en WhatsApp, creando una falsa sensación de intimidad y confianza. A medida que la relación «virtual» se desarrolla, el estafador construye una elaborada historia personal, diseñada para generar empatía y conexión emocional.
Los detalles de estas historias suelen incluir elementos que justifican la imposibilidad de encuentros en persona: trabajos en lugares remotos, viajes de negocios prolongados o incluso situaciones de emergencia en países lejanos. Todo está cuidadosamente orquestado para crear un vínculo emocional fuerte sin la necesidad de interacción física.
Con el tiempo, y una vez establecida una profunda conexión emocional, comienzan las solicitudes de ayuda financiera. Estas pueden variar desde pequeñas sumas para «emergencias» hasta cantidades significativas para supuestas inversiones o gastos médicos. La manipulación emocional es tan efectiva que muchas víctimas continúan enviando dinero incluso cuando surgen dudas sobre la autenticidad de la relación.