España es conocida por su diversidad de paisajes, ciudades vibrantes y pequeños pueblos llenos de historia. Sin embargo, algunos de estos pueblos están enfrentando un futuro incierto debido a la despoblación. Illán de Vacas, en la provincia de Toledo, es oficialmente el pueblo más pequeño de España, con solo tres habitantes. Esta pequeña localidad refleja los desafíos que enfrentan muchos de los pueblos de la «España vaciada», aquellos que ven reducirse su población año tras año. A continuación, exploramos algunos de los factores que impiden el crecimiento de este diminuto municipio.
2Un pueblo con servicios limitados
La falta de servicios y recursos es otro gran obstáculo para el crecimiento de Illán de Vacas. Con calles sin asfaltar, una plaza sin nombre y una iglesia de ladrillo con una sola campana, el pueblo carece de las infraestructuras mínimas necesarias para atraer nuevos residentes. Además, el ayuntamiento tampoco tiene acceso a programas informáticos básicos, lo que agrava aún más la situación. Las gestiones administrativas más simples, como empadronar a nuevos vecinos, se vuelven imposibles de realizar, lo que mantiene al pueblo en un estado de estancamiento. A pesar de ello, los habitantes mantienen la esperanza de revitalizar su localidad, aunque sienten que las instituciones provinciales los han abandonado.