España es conocida por su diversidad de paisajes, ciudades vibrantes y pequeños pueblos llenos de historia. Sin embargo, algunos de estos pueblos están enfrentando un futuro incierto debido a la despoblación. Illán de Vacas, en la provincia de Toledo, es oficialmente el pueblo más pequeño de España, con solo tres habitantes. Esta pequeña localidad refleja los desafíos que enfrentan muchos de los pueblos de la «España vaciada», aquellos que ven reducirse su población año tras año. A continuación, exploramos algunos de los factores que impiden el crecimiento de este diminuto municipio.
1La lucha contra la despoblación
Illán de Vacas, con su alcalde Javier Bollaín, es el símbolo de la despoblación rural. Actualmente, solo tres personas viven en este pueblo, lo que lo convierte en el menos habitado de España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La escasez de habitantes ha llevado a que solo el alcalde esté oficialmente empadronado en el municipio. Aunque hay personas interesadas en mudarse a este lugar, el ayuntamiento se encuentra limitado por la falta de un secretario municipal y el acceso a programas informáticos esenciales, lo que impide realizar gestiones básicas como empadronar a nuevos vecinos. Este círculo vicioso perpetúa la despoblación, ya que sin un crecimiento demográfico, el pueblo no puede acceder a recursos ni servicios básicos.
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