La justicia en Álava castiga con 13 años de cárcel al agresor sexual de una mujer con discapacidad

La Audiencia Provincial de Álava ha emitido una sentencia condenatoria de trece años de prisión a un hombre por cometer abusos sexuales a una mujer con discapacidad intelectual, quien era hija de la pareja sentimental del acusado al momento de los hechos. Este caso revela una situación de extrema vulnerabilidad y abuso de poder, donde el agresor se aprovechó de la condición mental de la víctima para someterla a actos sexuales no consentidos.

Detalles del Caso Condenatorio

El individuo, de más de 60 años de edad, aprovechaba los momentos a solas con la mujer, quien superaba los 30 años pero cuya «edad mental» era equivalente a la de un niño de 8 o 9 años, para agredirla sexualmente. Según la sentencia, el acusado era plenamente consciente de la discapacidad de la víctima y la atemorizaba con golpearla si revelaba algo a su madre o a terceros.

Los hechos juzgados ocurrieron durante el año 2021. A pesar de que el hombre negó los cargos durante el juicio, la Audiencia Alavesa consideró que existía prueba de cargo suficiente en contra suya. Así, el tribunal determinó que el testimonio de la víctima era creíble y fiable, descartando la posibilidad de que existiera una «fabulación en el relato de abusos» o algún tipo de ánimo espurio o provecho en su denuncia.

Condena y Medidas Adicionales

Además de la pena de 13 años de prisión, el fallo judicial también prohíbe al hombre acercarse o comunicarse con la víctima a menos de 200 metros por un periodo de 14 años. Asimismo, le impone una medida de libertad vigilada de 5 años a cumplir tras el encarcelamiento, e inhabilitación especial para ejercer actividades con menores de edad durante 18 años.

Como responsable civil, el acusado deberá indemnizar a la mujer con 15.000 euros por los daños morales y psíquicos causados. Esta sentencia, sin embargo, aún no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

En conclusión, este caso evidencia la importancia de proteger a las personas más vulnerables de la sociedad, en especial aquellas con discapacidades mentales, frente a conductas delictivas que aprovechan su condición. La contundente condena impuesta por la Audiencia Provincial de Álava envía un mensaje claro de cero tolerancia al abuso y la violencia sexual contra quienes se encuentran en situación de desventaja.