En nuestros hogares, tanto la lavadora como la secadora son electrodomésticos esenciales para el cuidado de la ropa. Sin embargo, estos aparatos son conocidos por su alto consumo energético, lo que puede afectar significativamente nuestras facturas de electricidad. Para reducir costos y hacer un uso más eficiente de estos electrodomésticos, es fundamental conocer cómo se distribuye su consumo energético y qué prácticas pueden ayudarnos a optimizarlo. Aquí te damos algunos consejos clave: elige programas de centrifugado eficientes, usa los electrodomésticos a su máxima capacidad y selecciona programas de baja temperatura siempre que sea posible.
1Consumo energético: lavadora vs. secadora
La secadora es uno de los electrodomésticos que más energía consume en el hogar. De media, una secadora utiliza 2.000 Wh por cada uso. Si optas por un modelo eficiente, este consumo se reduce a aproximadamente 1.120 Wh. En comparación, la lavadora consume alrededor de 1.034 Wh por ciclo de lavado. Los modelos más eficientes reducen este consumo a 456 Wh. Por lo tanto, en términos de consumo energético, la secadora tiende a ser más costosa que la lavadora.