Una ciudad española está a punto de aprobar una controvertida medida que permitirá que los coches con etiqueta amarilla sigan circulando en su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) durante muchos años más. Esta decisión se produce en un momento crucial en el que las restricciones a los vehículos más contaminantes son una tendencia creciente en todo el país, con el objetivo de reducir la polución y cumplir con las normativas medioambientales europeas. A continuación, te contaremos de qué localidad se trata y analizaremos los detalles de esta medida, sus implicaciones y las críticas que ha generado en la sociedad.
3Impacto en el medio ambiente
A pesar de las razones expuestas por las autoridades de Terragona, no se puede ignorar el impacto medioambiental que tendrá esta decisión. Las ZBE se han implementado precisamente para reducir las emisiones contaminantes en zonas urbanas densamente pobladas, mejorando así la calidad del aire y la salud pública.
Los vehículos con etiqueta amarilla, aunque menos contaminantes que aquellos sin etiqueta, aún emiten óxidos de nitrógeno y partículas en niveles que podrían retrasar los avances logrados en la reducción de la polución. Expertos en medio ambiente advierten que mantener estos coches en circulación dentro de la ZBE podría poner en riesgo el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad de la ciudad.