La fábrica de combustible nuclear de Juzbado, situada en la provincia de Salamanca, ha llevado a cabo este jueves un exitoso simulacro de accidente. Este ejercicio de preparación y respuesta ante emergencias se realiza de manera anual, con el objetivo de evaluar y mejorar los protocolos establecidos en el Plan de Emergencia Interior de la instalación.
El simulacro, que contó con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE) del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), tuvo como premisa una explosión en una de las líneas de hornos utilizadas en el proceso de producción de combustible nuclear. Esta situación de emergencia simulada puso a prueba la capacidad de reacción y coordinación de todos los involucrados.
Desarrollo y Resolución del Simulacro
El ejercicio comenzó a las 10:57 horas con la notificación de la explosión en la línea de hornos, que habría causado heridos y contaminados entre los trabajadores presentes. Dos de los afectados fueron trasladados a un hospital de la zona, mientras que los otros dos, con contaminación externa, fueron descontaminados en el propio emplazamiento.
Como consecuencia de la explosión, se simuló un incendio en la línea de hornos, el cual fue controlado rápidamente por la brigada de protección contra incendios. Los detectores de vigilancia radiológica ambiental dispuestos en la instalación indicaron que no se produjo ninguna emisión de radiación al exterior durante el suceso. Además, Enusa S.A., empresa titular de la fábrica, llevó a cabo la evacuación del personal no esencial para la gestión de la emergencia.
Por su parte, el CSN activó de manera inmediata su Sala de Emergencias (Salem) y al equipo de retén, tal y como establece el modo 1 de la Organización de Respuesta de Emergencia (ORE). Este seguimiento y coordinación integral por parte del organismo regulador permitió evaluar la efectividad de los procedimientos y la capacidad de respuesta de la instalación.
Clasificación y Evaluación del Simulacro
Según lo establecido en la Escala internacional de sucesos nucleares y radiológicos (INES), un suceso de esta naturaleza sería clasificado preliminarmente como nivel 0, es decir, un «incidente sin importancia para la seguridad. Esta clasificación provisional estaría sujeta a la obtención de los resultados sobre la contaminación interna de los trabajadores afectados.
La realización de este tipo de simulacros anuales es fundamental para mantener y mejorar la preparación de las instalaciones nucleares ante potenciales situaciones de emergencia. La coordinación y comunicación efectiva entre los diferentes actores, así como la evaluación constante de los procedimientos, contribuyen a garantizar la seguridad y la capacidad de respuesta de estas instalaciones estratégicas para el país.