La Comunidad de Castilla y León ha logrado demostrar que es posible reducir impuestos y, al mismo tiempo, ofrecer los mejores servicios públicos en España. Este es el mensaje que el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha querido transmitir tras ser cuestionado sobre el margen existente en la región para bajar impuestos de cara a la elaboración de la Ley de Medidas Tributarias y Financieras que acompañará a los Presupuestos de 2025.
Fernández Carriedo ha resaltado que Castilla y León cuenta con «el mejor tratamiento fiscal a la vivienda de toda España, tanto por la compra de la vivienda como por la adquisición de vivienda». Además, ha señalado que la política fiscal de la región es «ambiciosa, inteligente y compatible en los plazos con el mantenimiento de la máxima calidad en los servicios públicos».
UNA POLÍTICA FISCAL EXITOSA
Según el portavoz de la Junta, el Gobierno de Castilla y León ha demostrado que «con menos impuestos» se ha logrado tener «menos deuda» y «menos paro«, además de «los mejores servicios públicos de España. Fernández Carriedo ha insistido en que esta fórmula es «plenamente compatible» y ha asegurado que la región mantiene la senda de bajada de impuestos en función del «crecimiento económico y mantener la garantía de servicios públicos de la máxima calidad«.
Esta afirmación adquiere aún más relevancia en un contexto en el que muchas regiones y países se enfrentan al reto de equilibrar las finanzas públicas y atender las demandas de los ciudadanos en materia de servicios públicos. La capacidad de Castilla y León para demostrar que ambos objetivos pueden alcanzarse de manera simultánea la convierte en un modelo a seguir para otras administraciones.
EL RETO DE LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
Sin embargo, el portavoz de la Junta también ha reconocido que la financiación autonómica sigue siendo un desafío pendiente. Fernández Carriedo ha señalado que la Comunidad ha logrado mantener una política fiscal ambiciosa y «inteligente» a pesar de las dificultades de financiación a las que se enfrentan las regiones.
En este sentido, el consejero ha subrayado la importancia de avanzar en la reforma del sistema de financiación autonómica, un tema que ha estado en la agenda política durante años sin encontrar una solución definitiva. Esta reforma sería fundamental para que Castilla y León y otras comunidades autónomas puedan seguir ofreciendo servicios públicos de calidad y, al mismo tiempo, reducir la carga impositiva sobre los ciudadanos y las empresas.
UNA ESTRATEGIA INTEGRAL PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO
Más allá de la política fiscal, Fernández Carriedo ha destacado que la estrategia integral de Castilla y León para el desarrollo económico y el fortalecimiento de los servicios públicos ha sido clave para lograr estos resultados. La Junta ha apostado por inversiones en infraestructuras, apoyo a la innovación y la competitividad empresarial, y programas de formación y capacitación de la mano de obra, entre otras iniciativas.
Esta visión holística ha permitido a Castilla y León crear las condiciones propicias para impulsar el crecimiento económico, generar empleo y, al mismo tiempo, **mantener una *sólida red de servicios públicos* que satisface las necesidades de los ciudadanos. Todo ello, sin renunciar a una política fiscal que busca aliviar la carga impositiva sobre familias y empresas.
En definitiva, el caso de Castilla y León demuestra que es posible compatibilizar la reducción de impuestos con el mantenimiento de excelentes servicios públicos, siempre y cuando se adopte una estrategia integral de desarrollo que combine diferentes palancas de actuación. Esta experiencia puede servir de inspiración para otras regiones y países que buscan alcanzar este delicado equilibrio.