En una muestra clara de la volatilidad del mercado laboral estadounidense, las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos alcanzaron la semana pasada un total de 230.000, registrando un aumento de 2.000 personas respecto a la cifra anterior. Este dato, revelado por el Departamento de Trabajo, pone de manifiesto los desafíos que aún enfrenta la economía del país en su camino hacia la recuperación.
Si bien la tasa de desempleo en agosto disminuyó ligeramente, llegando al 4,2%, la creación de empleo no agrícola sorprendió al alza, alcanzando los 142.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra muy superior a los 89.000 nuevos empleos del mismo período del año anterior. Esta dicotomía entre la caída de la tasa de paro y el aumento en las solicitudes de subsidio evidencia la complejidad del panorama económico estadounidense en la actualidad.
AUMENTO EN EL NÚMERO DE BENEFICIARIOS DEL SUBSIDIO POR DESEMPLEO
Los perceptores de esta prestación sumaron en la semana finalizada el 31 de agosto un total de 1,850 millones, equivalente a un aumento en el número de beneficiarios de 5.000 personas, frente a los 1,845 millones de la semana previa. En el mismo período comparable de 2023, los ciudadanos con prestaciones alcanzaron los 1,810 millones.
Este incremento en el número de beneficiarios del subsidio por desempleo se concentró principalmente en algunos estados clave. Los principales aumentos se dieron en los Estados de Massachusetts (2.230), Wisconsin (820), Ohio (806), Pensilvania (724) y Washington (399), mientras que las bajadas más pronunciadas se registraron en Texas (-1.396), Nueva York (-1.185), Dakota del Norte (-919), California (-833) e Indiana (-796).
Estos datos reflejan la volatilidad y la desigualdad geográfica que aún persiste en la recuperación del mercado laboral estadounidense, con algunos estados experimentando un mayor número de despidos y solicitudes de subsidio, mientras que otros logran mantener un ritmo más estable de creación de empleo.
DESEMPLEADOS DE LARGA DURACIÓN Y EMPLEO A TIEMPO PARCIAL
Además del aumento en las solicitudes de subsidio, el informe del Departamento de Trabajo también reveló otros datos relevantes sobre la situación del mercado laboral. El número de desempleados en agosto fue de 7,115 millones, frente a los 7,163 millones de julio, incluyendo 1,533 millones de desempleados de larga duración (aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más), que representaron el 21,5% del total de desocupados.
Por otra parte, el número de personas empleadas a tiempo parcial por motivos económicos creció en 264.000, hasta los 4,830 millones. Este dato sugiere que, si bien la creación de empleo ha sido positiva, una parte significativa de los nuevos puestos de trabajo se han generado en modalidades laborales precarias, lo que puede ser un indicador de la persistencia de la inestabilidad en el mercado laboral.
La tasa de participación de la fuerza laboral, por su parte, se mantuvo sin cambios en el 62,7%, lo que evidencia que, a pesar de los esfuerzos, aún existe una parte importante de la población en edad de trabajar que no se encuentra activamente buscando empleo o integrada en el mercado laboral.
En resumen, los datos presentados por el Departamento de Trabajo muestran un panorama laboral estadounidense en el que coexisten señales positivas, como la disminución de la tasa de desempleo y la creación de nuevos puestos de trabajo, con indicadores preocupantes, como el aumento en las solicitudes de subsidio por desempleo, la persistencia del desempleo de larga duración y el crecimiento del empleo a tiempo parcial por motivos económicos. Estas tendencias contrastantes reflejan la complejidad y los desafíos que aún enfrenta la recuperación económica del país.