El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad, Miguel Ángel García Martín, ha criticado este miércoles al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, por, a su parecer, «trivializar» con el problema de la okupación. Este incidente pone de manifiesto la tensión existente entre el Gobierno regional y el Gobierno central en torno a uno de los problemas más acuciantes que enfrentan los ciudadanos.
La reacción del consejero regional se produce en respuesta a las declaraciones de Martín, quien señaló ayer que la okupación es una de las «grandes cortinas de la derecha para vender alarmas». Estas palabras han sido calificadas por García Martín como «muy preocupantes» y una muestra de que Martín «tiende a trivializar todo aquello que le compete».
EL LLAMAMIENTO DEL GOBIERNO REGIONAL AL DELEGADO DEL GOBIERNO
El titular de Presidencia ha considerado que es una «frivolidad absoluta» que Martín trate de trivializar con un «drama» como es la okupación. García Martín ha incidido en que Martín no sería capaz de decirle eso «a los ojos a aquellas personas que están sufriendo la okupación o la inquiokupación y que son pequeños ahorradores que en este momento no saben qué hacer» ni saben «a quién acudir porque sus viviendas han sido han sido usurpadas».
En este sentido, el consejero regional le ha pedido a Martín que «no trivialice» y que se ocupe de los «asuntos que le competen», como exigir al Gobierno central que mejore el Cercanías, la seguridad y dote a las plantillas de más Guardia Civil y Policía. Según García Martín, para «opinadores y para comentaristas» ya hay «otras personas que no cobran del erario público».
LA TENSIÓN ENTRE EL GOBIERNO REGIONAL Y EL GOBIERNO CENTRAL
Este incidente pone de manifiesto la tensión existente entre el Gobierno regional y el Gobierno central en torno a uno de los problemas más acuciantes que enfrentan los ciudadanos. Mientras que el Gobierno regional considera que la okupación es un «drama» que debe ser abordado con firmeza, el Gobierno central, a través de su delegado en Madrid, parece minimizar la gravedad del problema.
Esta divergencia de posturas refleja la polarización política que caracteriza el debate sobre la okupación en España. Mientras que algunos sectores consideran que se trata de un problema que debe ser abordado desde una perspectiva de seguridad y derechos de propiedad, otros lo ven como una cuestión de acceso a la vivienda y de derechos sociales.
En este contexto, la intervención del consejero regional pone de manifiesto la necesidad de que las diferentes administraciones trabajen de manera coordinada y eficaz para dar una respuesta integral a este problema, que afecta a un número cada vez mayor de familias en España.