El Pleno del Congreso de los Diputados fue escenario de un nuevo enfrentamiento entre la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, y el portavoz del Partido Popular, Miguel Tellado. La situación se tensó durante el debate sobre el cumplimiento del Presupuesto de la Cámara correspondiente al ejercicio 2023, en el que tanto el PP como Vox criticaron el gasto en traductores por el uso de las lenguas cooficiales.
La secretaria del Grupo Socialista, Montse Mínguez, replicó a las críticas del PP, recriminándoles que utilizaran el Presupuesto del Senado «para viajar a Venezuela» y hacer «performances» y «fotos-show». Esto provocó la intervención de Tellado, quien buscaba plantear una «cuestión de orden», pero Armengol no le concedió la palabra, lo que derivó en un nuevo choque entre ambos.
La Presidenta Llama al Orden al Portavoz Popular
Armengol tuvo que llamar al orden a Tellado en repetidas ocasiones, recordándole que el Reglamento de la Cámara debe ser cumplido por «todos» y que es la Presidencia quien decide quién toma la palabra. Incluso le advirtió que una tercera llamada al orden habría supuesto su expulsión del hemiciclo.
Según fuentes del Partido Popular, Tellado buscaba quejarse de que el PSOE había renunciado a su turno en el debate sobre las cuentas de la Cámara, pero que luego la diputada socialista Montse Mínguez había pedido intervenir al considerar que la ‘popular’ Carmen Navarro había atentado al «decoro o la dignidad» del Grupo Socialista.
Una Sesión Marcada por la Tensión y la Falta de Respeto
El diputado de Vox José María Sánchez también intentó tomar la palabra, dirigiéndose a Armengol como «señora presidente» y llamando «ignorantes» a quienes protestaron por su intervención. Sin embargo, la presidenta tampoco le concedió la palabra, argumentando que el debate en el que se sintió aludido había terminado la víspera.
La sesión estuvo marcada por la tensión y la falta de respeto entre los diferentes grupos parlamentarios, lo que llevó a la presidenta del Congreso a tener que llamar al orden en repetidas ocasiones a los diputados del PP y Vox. Esta situación pone de manifiesto la crispación que caracteriza el actual clima político en la Cámara.