Hacerse mayor supone enfrentarse a un reto complicado: la falta de autonomía y la necesidad de cuidados. Esto hace que muchas personas ancianas o sus familias decidan optar por una residencia para la tercera edad.
Sin embargo, este escenario no es el ideal para un número cada vez mayor de personas. Por el contrario, son muchos los que desean seguir viviendo en su hogar, aunque sea con la ayuda que ofrecen empresas especializadas como Home Server.
¿Es una buena opción la de vivir en casa? ¿Cuáles son los beneficios asociados a esta decisión? Las cuidadoras a domicilio de esta compañía nacional explican lo que la experiencia atendiendo a este perfil de usuarios les ha demostrado a lo largo del tiempo.
La felicidad de estar en casa
El hogar no son solo cuatro paredes: en una casa se construye una historia a base de recuerdos, objetos y vivencias. Por eso, los ancianos suelen sufrir mucho cuando son trasladados a una residencia: llegan a un lugar impersonal, que no pueden adaptar a sus gustos y a los que no están unidos por nada.
Permanecer en casa, aunque necesiten de una asistencia diaria, es una de las claves de la felicidad en esta etapa dorada de la vida: los ancianos pueden seguir en su espacio de confort y gozar de libertad e independencia y, a la vez, beneficiarse de la ayuda de estas cuidadoras.
De hecho, estas profesionales pueden encargarse de todo lo relativo a las obligaciones del día a día: ofrecen compañía, controlan la medicación, ayudan en la realización de trámites y gestiones e incluso pueden encargarse de las tareas del hogar para que los usuarios solo tengan que preocuparse de estar felices en casa.
Una mayor autonomía
Aunque el servicio de empresas como Home Server se adapta al nivel de dependencia de cada usuario, está demostrado que las personas que permanecen en sus casas mantienen una mayor autonomía. Como explican estas especialistas, aunque ellas se encarguen de todo lo necesario en el día a día, pueden estimular tanto cognitiva como físicamente a los pacientes, logrando que sigan activos en el día a día.
Por ejemplo, se encargan de realizar la limpieza de casa, pero pueden dar sencillas y seguras tareas a los usuarios para que tengan que moverse y ser conscientes de que tienen ‘una responsabilidad’ ante la que responder,
Personalización
Otra de las ventajas de permanecer en casa y recibir ayuda a domicilio es el vínculo que se establece entre los usuarios y sus cuidadores.
En estos casos, la atención es ofrecida siempre por el mismo equipo de profesionales –puede ser una o varias personas, dependiendo de las necesidades–, por lo que los ancianos generan un lazo personal que les ofrece más confianza y tranquilidad.
Dicho de otra manera: las cuidadoras se convierten en parte de la familia, de manera que es mucho más sencillo entender las necesidades del usuario, así como hacer el seguimiento de su día a día.
Por todo esto, cada vez son más las familias que optan por esta fórmula, que suele ser mucho más positiva para quienes tienen que tener esta ayuda extra, pero no quieren abandonar el lugar donde han construido toda su vida.