En un entorno económico marcado por desafíos persistentes, el Gobierno español se ha propuesto abordar el sistema tributario con un enfoque renovado. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha expresado la determinación del Ejecutivo por explorar nuevas subidas de impuestos, enfocándose en aquellos contribuyentes con mayor capacidad económica, ya sean empresas o familias.
REFORMULANDO EL SISTEMA TRIBUTARIO
Montero ha señalado que la labor de plantear cambios fiscales a futuro «nunca acaba», y el Gobierno siempre «revisa y explora» dónde hay más capacidad económica para que contribuya «en mayor medida, sean empresas o particulares». Esta estrategia se alinea con la visión de un sistema fiscal más progresivo, donde quienes más tienen aporten de forma más significativa.
Uno de los focos de atención ha sido el Impuesto sobre Sociedades, donde Montero ha señalado que ciertas deducciones fiscales «agujerean» este tributo, lo que conlleva a un «rendimiento más bajo de lo deseado». Por lo tanto, el Gobierno ha propuesto la «reformulación» de este impuesto, buscando un mayor equilibrio entre los ingresos recaudados y la contribución de las empresas.
Además, el Ejecutivo ha implementado una serie de medidas tributarias en la pasada legislatura, como los impuestos a las energéticas y a la banca, así como el impuesto a las grandes fortunas. Estas iniciativas han sido calificadas por Montero como «bastante vanguardia», anticipándose incluso a las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE y la Unión Europea.
DISCREPANCIAS CON SUMAR
La reforma fiscal del Gobierno también ha sido objeto de debate interno, con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendiendo una «reforma integral» de los ingresos públicos. Díaz ha cuestionado, por ejemplo, por qué la sanidad y la educación privadas soportan un 0% de IVA, argumentando que los servicios públicos deben ser el foco principal.
Estas discrepancias entre el PSOE y Sumar en materia fiscal se espera que sean abordadas en la negociación de los Presupuestos de 2025, donde ambas formaciones tendrán que alcanzar un acuerdo que refleje sus visiones complementarias sobre el sistema tributario.
HACIA UNA MAYOR PROGRESIVIDAD FISCAL
El Gobierno español se ha propuesto avanzar en la construcción de un sistema fiscal más progresivo, donde los contribuyentes con mayor capacidad económica asuman una carga tributaria más elevada. Esta estrategia se materializa a través de diversas iniciativas, como la revisión del Impuesto sobre Sociedades, la implementación de nuevos gravámenes a sectores específicos y la búsqueda de una mayor contribución de las grandes fortunas.
Estas medidas, junto con la intención de «reformular» figuras impositivas actuales, reflejan la ambición del Ejecutivo de adaptar el sistema tributario a las necesidades del contexto económico y social. Si bien existen discrepancias internas dentro de la coalición de gobierno, el objetivo común de lograr una mayor progresividad fiscal parece ser el hilo conductor de las políticas tributarias propuestas.
En un momento en el que la recuperación económica y la sostenibilidad de las finanzas públicas son prioridades, el Gobierno español apuesta por explorar nuevos horizontes tributarios, con la finalidad de garantizar una distribución más equitativa de la carga fiscal y fortalecer la resiliencia del sistema económico del país.
