Cuando pensamos en cocinar de manera eficiente, una de las principales preocupaciones es el consumo de electricidad. Tanto el horno como la vitrocerámica son dos de los electrodomésticos más utilizados en la cocina, y cada uno tiene sus pros y contras en términos de consumo energético. A continuación, desglosamos las diferencias de consumo y te damos algunos tips para ayudarte a reducir tu factura de luz.
1¿Cuánto consume cada electrodoméstico?
La vitrocerámica consume en promedio entre 1.200 y 2.500 Wh, dependiendo del tipo y del número de fuegos utilizados. Las placas de inducción, por ejemplo, pueden ahorrar entre un 20 % y un 40 % más de energía que las vitrocerámicas convencionales. Por otro lado, el horno consume alrededor de 600 Wh por cada uso, lo que lo convierte en un electrodoméstico de alto consumo energético, pero con un gasto más controlable si se usa adecuadamente.