Aunque se reduce la cantidad de eventos musicales en el recinto por el regreso del fútbol, los vecinos del Bernabéu ya han lidiado con el primer concierto después de la primera batería de medidas del ayuntamiento para controlar el ruido, y no están especialmente contentos. Los dos conciertos de Aventura, la banda de Romeo Santos, el 7 y 8 de septiembre en el feudo madridista no solo mantuvieron las mediciones de ruido por encima de los límites legales, sino que lo hicieron justo el fin de semana antes que muchos de los niños y adolescentes de la zona volvieran a clases.
Es una muestra más de lo complicado que ha sido que el uso del recinto como espacio para conciertos consiga un equilibrio real con los vecinos. Es un problema para el Real Madrid, que ha visto como se le han ido aplicando restricciones como limitar el número de eventos musicales al año o los horarios, los conciertos, aunque tanto en el equipo como el ayuntamiento sigue apostando por qué el estadio sea para Madrid lo que Wembley es para Londres: Un templo musical y deportivo clave de las giras nacionales e internacionales.
Pero para ello hay tareas pendientes. La mejora en la insonorización y la organización de la salida del estadio son dos de las claves más evidentes, pues el ruido y la cantidad de personas que salen a la calle al mismo tiempo al terminar el evento son los dos problemas que más afectan a los vecinos de la zona. Lo primero por motivos evidentes, el alto nivel de ruido a la hora del descanso, y lo segundo por la suciedad en la zona, sumado a los riesgos habituales que vienen de la mano de cualquier gran aglomeración de personas.
De momento, a pesar de que el concierto de la banda liderada por Romeo Santos demostró que la pausa del mes de agosto no sirvió para encontrar soluciones, el Bernabéu sigue en su particular ensayo y error para intentar superar el caos inicial. Este año todavía quedan varios eventos clave, como el concierto de Dellafuente, el festival de K-Pop Music Bank y el cierre del año con dos conciertos de Aitana. A esto se suma que ya está anunciado el primero del próximo año, el de Lola Índigo, que demuestra la convicción de ambas partes en hacer todo lo posible para que se sigan haciendo eventos musicales en el recinto.
EL BERNABÉU COMO CENTRO DEL TURISMO MUSICAL
Lo cierto es que eventos recientes han demostrado la importancia económica de espacios como el Bernabéu para los conciertos. Las giras de Beyoncé, Adele o el reciente anuncio de Oasis han aumentado el turismo de las ciudades donde se realizaron los eventos y en el caso del propio Bernabéu, tanto Taylor Swift como Karol G consiguieron situaciones similares atrayendo turistas de otras latitudes, esto es un ingreso extra tanto para la hostelería como para los hoteles y todo el sector del ocio nocturno.
A esto se suma que se espera que el próximo año haya, al menos, un par de grandes giras para las que Madrid necesitaría un recinto de esta envergadura. Aunque no han anunciado la gira europea, todo apunta a que Oasis seguirá tocando en vivo en varias ciudades del mundo tras sus conciertos de reunión en Irlanda y Reino Unido, y Lady Gaga ha anunciado un disco que previsiblemente estará acompañado de una gira de conciertos internacional. Son eventos que en España sólo podrían realizarse en el feudo madridista.
Es el motivo por el que desde el ayuntamiento no se plantea siquiera la medida de evitar que se sigan realizando estos conciertos. Al mismo tiempo, desde las organizaciones de vecinos se sigue recordando que estos eventos superan los límites de ruido marcados en la ley, incluso si desde la tarima el líder de Aventura aseguró que estaban bajando el volumen a petición de «las autoridades».
UNA VEZ MÁS SE SUPERAN LOS LÍMITES DE RUIDO ESTABLECIDOS POR LA LEY
Las mediciones llevadas a cabo por parte de Policía Municipal en los dos conciertos del grupo liderado por Romeo Santos se superaron los límites de decibelios. Esto volverá a traducirse en multas para las promotoras del evento, SFX Events y Mas Q Live y el propio Real Madrid. Sin embargo, si algo se ha demostrado es que pagar estás sanciones es más que rentable para los eventos, lo que hace que no funcionen como estrategia disuasoria para este tipo de problemas.
Aun así, la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha asegurado que se seguirá presionando para que se cumplan las nuevas normativas. «Es verdad que hay muchas mejoras que se han ido introduciendo (como la obligatoriedad de que los conciertos acaben a las once de la noche), y creo que eso poco a poco va paliando la situación, pero todavía hay que seguir mejorando, porque las actas que se han levantado este fin de semana nos siguen diciendo que todavía no están (los ruidos) en los límites que deben esta», ha explicado Sanz a preguntas de los periodistas en declaraciones recogidas por Telemadrid.