No arriesgues tu vida: La DGT desaconseja el uso de estas gafas de sol al volante

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Conducir bajo una luz intensa puede ser un verdadero desafío. Durante los meses de verano, la intensidad de los rayos solares puede dificultar la visibilidad en la carretera, haciendo que las gafas de sol se conviertan en un accesorio imprescindible. Sin embargo, no todas las gafas de sol son adecuadas para conducir, y algunas incluso pueden resultar peligrosas en determinadas situaciones, como al entrar en un túnel. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha alertado sobre las gafas que no se deben utilizar al volante para evitar poner en riesgo la seguridad vial.

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Gafas de sol que nunca debes usar al conducir

Gafas de sol que nunca debes usar al conducir

La DGT ha identificado varios tipos de gafas de sol que no son seguras para conducir, siendo las gafas fotocromáticas y aquellas con filtro de categoría 4 las más peligrosas. Las gafas con filtro de categoría 4, diseñadas principalmente para deportes de invierno en alta montaña, son extremadamente oscuras y reducen tanto la cantidad de luz que llega a los ojos que pueden hacer que el conductor pierda visibilidad en situaciones de baja luminosidad, como túneles o zonas sombrías. Usar este tipo de gafas al volante es comparable a conducir a ciegas, lo que aumenta considerablemente el riesgo de accidentes.

Las gafas fotocromáticas, aunque populares por su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones de luz, presentan un peligro similar cuando se utilizan al conducir, según informó la DGT. Como ya se mencionó, estas gafas pueden tardar entre 3 y 5 minutos en aclararse después de haber estado expuestas a la luz solar intensa, lo que es un tiempo demasiado largo para la conducción segura. En un entorno como un túnel, donde la luminosidad cambia bruscamente, este retraso en la adaptación puede resultar en una falta de visibilidad crítica.

Además, es importante tener en cuenta el color de los cristales al elegir gafas de sol para conducir. Según especialistas de la DGT, los filtros grises, marrones o verdes son los más recomendables, ya que no alteran la percepción del color y ayudan a reducir los reflejos y la fatiga visual. Por otro lado, los cristales de colores como el azul o el amarillo, aunque pueden ser útiles en otras circunstancias, no son ideales para conducir, puesto que pueden distorsionar los colores y afectar la capacidad de reconocer señales de tráfico y otros vehículos en la carretera.