La sexta muerte por el virus del Nilo Occidental en la provincia de Sevilla ha puesto nuevamente sobre la mesa la urgencia de intensificar las medidas de control y prevención de esta enfermedad transmitida por mosquitos. La plataforma ciudadana que lidera las reclamaciones en este ámbito ha manifestado que las autoridades «van tarde» a la hora de combatir a los insectos vectores, lo que se traduce en un aumento preocupante de los casos de infección.
Según los datos proporcionados, esta temporada se han registrado más de 60 casos de contagio en diversos municipios de la provincia sevillana, lo que evidencia la necesidad de una respuesta más contundente y oportuna por parte de las administraciones públicas. La lucha contra este virus no puede limitarse a acciones puntuales, sino que requiere de una estrategia integral y coordinada que involucre a todos los niveles de gobierno.
El Plan Estratégico Andaluz: Avances y Desafíos
Actualmente, la Junta de Andalucía cuenta con el Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con incidencia en salud (PEVA), el cual obliga a los ayuntamientos de los municipios afectados a implementar planes de fumigación preventiva. Sin embargo, los ayuntamientos han solicitado una mayor «implicación» de la Junta, ya que el costo de estos trabajos de desinsectación recae principalmente sobre ellos.
Además de los esfuerzos en el plano municipal, la Diputación de Sevilla ha contratado a dos empresas de desinsectación por más de un millón de euros, con el objetivo de reforzar y ampliar los planes de control de mosquitos en los pueblos designados como prioritarios. Este tipo de iniciativas complementarias son fundamentales para hacer frente a un desafío que trasciende los límites de un solo municipio.
Hacia una Respuesta Integral y Proactiva
La plataforma ciudadana que lidera las reclamaciones en torno al virus del Nilo Occidental ha planteado una serie de medidas adicionales que podrían contribuir a una estrategia más efectiva y proactiva. Entre estas propuestas se encuentran:
- Realizar actuaciones de control de mosquitos durante todo el año, y no solo de forma reactiva ante la aparición de casos.
- Acelerar el estudio y desarrollo de una vacuna contra el virus, a través de una mayor financiación a la investigación.
- Explorar la liberación de mosquitos estériles y la introducción de depredadores naturales, como aves pequeñas y murciélagos, para controlar las poblaciones de mosquitos.
- Fortalecer los servicios especializados en centros ambulatorios y hospitales para una mejor atención a los pacientes afectados por esta enfermedad.
La batalla contra el virus del Nilo Occidental es una tarea compleja que requiere de la coordinación y el compromiso de todos los actores involucrados: desde las autoridades sanitarias y los ayuntamientos, hasta la comunidad científica y la sociedad civil. Solo mediante un enfoque integral y proactivo será posible reducir el impacto de esta enfermedad y proteger la salud de la población.