La industria farmacéutica española se ha consolidado como un sector esencial para la economía y el bienestar del país. Con una larga trayectoria de innovación y crecimiento sostenido, este segmento productivo se ha posicionado como un motor de desarrollo y una fuente de empleo de alta calidad.
En este contexto, la reciente participación del secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en el XXIII Encuentro Anual de la Industria Farmacéutica ha puesto de relieve la importancia de este sector y las iniciativas que se están llevando a cabo para potenciar su desarrollo.
Durante su intervención, Padilla destacó que la nueva Estrategia de Industria Farmacéutica de España, que se dará a conocer en los próximos meses, busca mejorar la transparencia en las decisiones de financiación, preservando la confidencialidad necesaria para garantizar la capacidad de negociación del Ministerio de Sanidad con las compañías farmacéuticas.
Asimismo, se refirió al Real Decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, actualmente en proceso de alegaciones, como una normativa que busca establecer un sistema más participativo y mejor definido de evaluación, evitando reevaluaciones y asegurando que se considere el valor social del medicamento.
LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA, LÍDER EN INNOVACIÓN Y PRODUCCIÓN
La innovación es un pilar fundamental de la industria farmacéutica española. En la última década, este sector ha mantenido un crecimiento sostenido de sus inversiones en I+D del 5,7 por ciento, alcanzando cerca de 1.400 millones de euros en 2023. Esta cifra representa el 20 por ciento de toda la I+D industrial que se realiza en el país e incluye más de 830 millones dedicados a ensayos clínicos, convirtiendo a España en un líder internacional en este campo.
Además, la capacidad productiva de la industria farmacéutica española ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Actualmente, el país cuenta con 174 plantas de producción, de las cuales 106 están dedicadas a medicamentos de uso humano. La producción de medicamentos ha aumentado un 40 por ciento en los últimos tres años, hasta alcanzar los 23.000 millones de euros, lo que representa casi el 30 por ciento de la producción de bienes de alta tecnología en España.
Estas cifras, según Juan Yermo, director general de Farmaindustria, «muestran una senda que nos puede permitir seguir avanzando y convertirnos en un auténtico hub de producción a nivel internacional, gracias a una buena combinación entre la calidad de la producción, los costes y la flexibilidad».
EL EMPLEO, UNA FORTALEZA DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA
La industria farmacéutica también destaca por su capacidad para generar empleo de calidad. Actualmente, este sector emplea a más de 56.000 trabajadores directos y 270.000 empleos indirectos e inducidos. Yermo destacó que estas cifras muestran la capacidad tractora de la industria farmacéutica para la economía del país, con unas características de estabilidad, igualdad y diversidad que lo convierten en un empleo de calidad.
Sobre estas sólidas bases, se asienta el proyecto de la Estrategia de la Industria Farmacéutica en España, en la que Farmaindustria está trabajando junto al Gobierno. Los pilares de esta estrategia son el acceso y la sostenibilidad, la I+D y la producción.
Tal y como señaló Yermo, «nuestro éxito como sector estratégico va a depender en gran medida en que las múltiples iniciativas legislativas y normativas a nivel europeo y nacional nos ayuden a atajar los retos en el campo del acceso, de la I+D y de la producción y autonomía estratégica».
En resumen, la industria farmacéutica española se ha consolidado como un pilar estratégico para el país, destacando por su innovación, su capacidad productiva y su generación de empleo de calidad. La puesta en marcha de la nueva Estrategia de Industria Farmacéutica, junto con las iniciativas regulatorias en curso, buscan posicionar a este sector como un motor de desarrollo y crecimiento para la economía española.