En un movimiento estratégico, la Diputación de Cuenca se ha propuesto tomar acciones contundentes para exigir un mayor apoyo del Gobierno de España en las ayudas destinadas a combatir la problemática de la despoblación que afecta a esta provincia. Después de que la Unión Europea reconociera a Cuenca, junto a Soria y Teruel, como zonas escasamente pobladas, la institución provincial ha decidido dar un paso al frente para asegurar que estas medidas de apoyo se traduzcan en un verdadero impacto en el territorio.
El presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha manifestado su determinación de enviar una carta al Ministerio de Hacienda en los próximos días, con el objetivo de presionar por un impulso significativo en las ayudas al funcionamiento que ya se han puesto en marcha. Martínez Chana considera que existe un amplio margen de mejora en el proyecto de presupuestos, y que es necesario alcanzar el 20% de financiación que la provincia anhela.
Ayudas Contra la Despoblación, no Beneficencia
Martínez Chana ha sido enfático al marcar una clara distinción entre estas ayudas al funcionamiento y la negociación sobre la financiación de Cataluña. Considera que es un error garrafal hacer una comparación entre ambos instrumentos, ya que las ayudas contra la despoblación no son una beneficencia, sino más bien una forma de corregir y discriminar positivamente a territorios como Cuenca, que han sido históricamente discriminados por la inversión del Estado, lo que ha generado un éxodo de población de las zonas rurales.
El presidente de la Diputación ha hecho hincapié en que estas ayudas son una necesidad para compensar la discriminación histórica que han sufrido estas provincias, y no pueden ser equiparadas a la negociación de la financiación catalana, que obedece a una lógica diferente.
Un Grito de Atención Desde Cuenca
La Diputación de Cuenca ha aprovechado la exposición del 25 aniversario del Museo de las Ciencias para dar a conocer públicamente su reclamo y exigencia al Gobierno central. Martínez Chana ha utilizado este escenario para enviar un claro mensaje de que la provincia no está dispuesta a conformarse con migajas, sino que espera ver un compromiso real y un impulso sustancial en las ayudas destinadas a combatir la despoblación, una problemática que amenaza la supervivencia misma de esta región.
En resumen, la Diputación de Cuenca ha asumido un papel protagónico en la defensa de los intereses de su territorio, y está dispuesta a ejercer toda la presión necesaria para garantizar que las ayudas contra la despoblación se traduzcan en un verdadero impacto y en una mejora significativa de las condiciones de vida de los habitantes de esta provincia.