Los abogados de extranjería hacen su agosto con los riders de Glovo y Uber Eats

Los desprotegidos riders de empresas como Glovo y Uber Eats también son una fuente de negocios paralelos para los interesados. La venta del material de trabajo como las mochilas, las bicicletas o los cascos, y el alquiler de cuentas a escondidas de las propias plataformas son parte de estos negocios, pero tras revisar los grupos de redes sociales donde se organizan y hablar con varios de los repartidores es evidente que quizás el más atractivo sea el de los abogados que aprovechan para buscar clientes de extranjería. 

La mayoría de los trabajadores operan como repartidores en ciudades como Madrid y Barcelona alquilando sus propias cuentas, pero son además inmigrantes en proceso de regulación y aquí entran los abogados expertos en la materia, con precios inaccesibles y ciertamente fluctúan demasiado como para hablar de un estimado, pero la estrategia para captar clientes funciona precisamente por lo complicado que es filtrar estos usuarios, y por qué es una de las pocas opciones de sustento que tienen los repartidores mientras resuelven sus problemas con los papeles. 

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Captura de pantalla de una de las ofertas de abogados para Riders

No es un secreto el tipo de migrantes que enfrentan estas situaciones. Sean aquellos expulsados por la larga crisis humanitaria de Venezuela o bien los que escapan de las situaciones de riesgo en medio oriente. Son ciudadanos vulnerables para los que regularizar su situación legal es complicado, además su realidad no le conviene ni a las plataformas como Glovo y Uber Eats, que intentan que no operen en las plataformas para evitar sanciones peores que las que salen de la Ley Rider, ni para estos repartidores que preferirían poder escoger su trabajo en lugar de quedar a la merced del dueño de la cuenta. 

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No es el único tipo de profesional que se acerca a los riders viéndolos como un mercado cautivo. Los contadores también tocan la puerta del sector, pero mientras los abogados de extranjería buscan trabajadores irregulares, los contadores apuestan por los riders autónomos, es decir, la mayoría, para ayudarlos a navegar la complicada realidad de las cuotas especiales y, por supuesto, conseguir un ingreso constante de estos trabajadores.

LA COMPLEJA REALIDAD DE LOS INMIGRANTES QUE BUSCAN ABOGADOS

Incluso más allá de los repartidores, los procesos de regularización de inmigrantes son demasiado lentos. La lentitud burocrática, derivada de la falta de trabajadores en puestos clave, sumado a la complejidad del sistema, hace que un proceso ya de por sí exigente sea además demasiado largo, lo que se traduce en muchos de estos deban pagar por más tiempo un abogado y trabajen en negro, incluso con los riesgos legales que esto conlleva, mucho más tiempo del deseado.

En el tiempo que esperan, las opciones de trabajo son más que limitadas. Aunque los abogados consultados aseguran que la recomendación a un cliente mientras está resolviendo su estatus de residencia es no trabajar, ya que es ilegal tanto para ellos como para el empleador. Sin embargo, para un alto porcentaje de los repartidores esto no es una opción, y puede dejarlos en una situación imposible, en la que elegir entre comer o cumplir la ley.

No es recomendable aplicar una regularización masiva para los inmigrantes, como lo repiten algunas voces políticas, pero sin duda es necesario darle celeridad al proceso actual. Es que no solo algunos trabajan para plataformas de delivery como Uber Eats y Glovo sino que muchos deben completar trabajando, también en negro, en locales de restauración o con trabajos puntuales limpiando casas o cuidando sea bebes o ancianos. 

GLOVO Y UBER EATS SIGUEN LIDIANDO CON EL PROBLEMA DE LAS CUENTAS ILEGALES

Para Glovo y Uber Eats, el problema es que estas cuentas los hacen un blanco, todavía mayor, de sanciones alrededor de la Ley Rider o bien desde extranjería. Por eso han aplicado medidas para intentar evitar estas situaciones, desde presentar una forma oficial de subarrendar una cuenta, pasando por la necesidad de los repartidores de tomarse periódicamente una foto que confirme al usuario autorizado o incluso que deban usar un solo teléfono por cuenta. Aun así, mientras lo necesiten, es complicado que los migrantes no intenten superar este tipo de dificultades.  

Es una dificultad más en el sector, que se encuentra en el ojo de la tormenta hace años. En este caso están enfrentando un problema derivado de la migración y de las dificultades que estas personas asumen al entrar a España, si lo hacen es precisamente por los problemas que vienen de sus partidos.