El fuego de Oímbra dominado, pero Crecente y Entrimo siguen en estado crítico

Durante los últimos días, Galicia ha enfrentado una de las peores olas de incendios forestales del año, con más de 500 hectáreas de terreno calcinado en tres focos principales. Las autoridades han trabajado arduamente para controlar y estabilizar estas situaciones de emergencia.

La Consellería de Medio Rural ha informado que el incendio forestal iniciado en la localidad ourensana de Oímbra, el jueves por la noche, ha afectado a una superficie cercana a las 27 hectáreas. En su extinción han participado siete agentes, 14 brigadas, 12 motobombas y dos palas. Este fuego estuvo cerca de una granja con depósitos de combustible, lo que obligó a concentrar los esfuerzos en esa zona particular.

CRECENTE Y ENTRIMO: INCENDIOS ESTABILIZADOS

El incendio de la localidad pontevedresa de Crecente, que afectó a unas 300 hectáreas de terreno, se encuentra actualmente estabilizado. Las autoridades han desactivado la Situación 2, que se activó al inicio del fuego por su proximidad a núcleos de población, obligando al desalojo momentáneo de una veintena de personas. Para su estabilización, se han movilizado cinco técnicos, 36 agentes, 65 brigadas, 47 motobombas, seis palas, nueve helicópteros y cinco aviones.

Por otro lado, el incendio registrado en el municipio ourensano de Entrimo, en la parroquia de Venceáns, también se encuentra estabilizado desde las 23:30 horas del jueves. Este fuego se inició en Portugal el martes y llegó a territorio gallego sobre las 17:00 horas del miércoles, afectando a unas 200 hectáreas de terreno dentro del Parque Natural Baixa Limia – Serra do Xurés. En las labores de extinción han participado seis técnicos, 30 agentes, 56 brigadas, 22 motobombas, cuatro palas, 10 helicópteros y 11 aviones.

LA PEOR OLA DE INCENDIOS DEL AÑO

Desde que el miércoles el fuego entrase a Entrimo desde Portugal, Galicia ha vivido tres días de la peor ola de incendios del año, con más de 520 hectáreas de terreno calcinado. Hasta este momento, el mes más afectado por las llamas en la región había sido abril, con 450 hectáreas quemadas. En todo el mes de agosto, se habían quemado unas 230 hectáreas de terreno.

Estas cifras reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada y eficaz por parte de las autoridades competentes. Los equipos de emergencia han trabajado incansablemente para controlar y estabilizar los focos de incendio, demostrando su compromiso y profesionalismo en la protección del medio ambiente y las comunidades afectadas.