El precio de la vivienda libre en España continúa su imparable ascenso. En el segundo trimestre de 2024, se registró un aumento interanual del 7,8%, la mayor subida desde el segundo trimestre de 2022, según datos del Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este nuevo hito marca 41 trimestres consecutivos de subidas en el precio de la vivienda libre, consolidando una tendencia alcista que parece no tener fin. Tanto la vivienda nueva como la de segunda mano contribuyeron a este impulso, con subidas interanuales del 11,2% y 7,3%, respectivamente.
Es destacable el incremento del precio de la vivienda nueva, que experimenta su mayor alza desde el tercer trimestre de 2007, coincidiendo con el estallido de la crisis de las hipotecas subprime. Este dato puede indicar un aumento en la demanda de obra nueva, impulsada por las nuevas necesidades habitacionales surgidas tras la pandemia y la falta de oferta en el mercado de segunda mano.
Por su parte, el precio de la vivienda usada también registra un crecimiento significativo, el mayor desde el verano de 2022. Este dato refleja la alta demanda existente en el mercado, donde la escasez de oferta sigue presionando los precios al alza.
Diferencias regionales y aumento trimestral récord
El auge del precio de la vivienda se extiende por toda la geografía española. Todas las comunidades autónomas registraron incrementos interanuales en el segundo trimestre de 2024.
Navarra lidera la clasificación con una subida del 10,3%, seguida de Aragón (9,9%) y Andalucía y Ceuta, ambas con un incremento del 9,5%. En el lado opuesto, Castilla-La Mancha registró el menor aumento (5,3%), seguida de Extremadura y Baleares (6,2%).
Si analizamos el comportamiento trimestral, el precio de la vivienda libre experimentó una subida del 3,6% en el segundo trimestre de 2024, su mayor alza trimestral en los últimos 9 años. Este incremento se debe tanto a la vivienda usada (3,7%) como a la nueva (2,7%).
Este dato confirma la fortaleza del mercado inmobiliario español, que parece inmune a la incertidumbre económica global. La demanda sigue superando a la oferta, lo que provoca una presión alcista en los precios.
Factores como el aumento del coste de los materiales de construcción, la falta de suelo disponible para nuevas promociones y el interés por invertir en el sector inmobiliario contribuyen a mantener esta tendencia alcista.
A corto y medio plazo, no se espera un cambio significativo en la dinámica del mercado inmobiliario español. La demanda seguirá siendo fuerte, impulsada por el crecimiento económico, la creación de empleo y las bajas tasas de interés. Sin embargo, es importante seguir de cerca la evolución de la inflación y las políticas monetarias, ya que podrían tener un impacto en el acceso a la financiación y, por lo tanto, en la demanda de vivienda.